Las reveladoras declaraciones de Encarna Piñero ponen a las claras el elevado nivel de sufrimiento que la crisis económica ha generado en la distribución, en general, y a la turoperación en particular.
Y ello pese a que la caída de grandes grupos, como Marsans y Orizonia, ha dado un respiro a los que continuaron en el mercado. Especialmente a los líderes, como Viajes El Corte Inglés y Halcón Viajes Ecuador (en distribución) o Travelplán y mayoristas especializadas (en turoperación).
Como adelantó NEXOTUR al inicio de la temporada, las ventas de vacaciones para la temporada de verano han ido bien. A diferencia de lo ocurrido el año pasado —en el que gran número de las reservas previas no se correspondieron con cierres de ventas, al pinchar en mayo— la primera mitad del mes de mayo fue excelente para las agencias, en términos generales. Aunque el efecto electoral actuó como un jarro de agua fría para la propensión al consumo de viajes y vacaciones, ante la incertidumbre en el futuro, sembrada entre buena parte de la ciudadanía.
Determinados grandes turoperadores emisores confesaban a este periódico que habían vendido entre el 10% y el 20% más que en 2014, hasta mediados de mayo, pero contenían su euforia, a la espera de la evolución de las dos últimas semanas de mayo... y el consabido efecto sobre las ventas de verano de las Elecciones locales y autonómicas. Pese a las cuales, el resultado ha sido más que satisfactorio para nuestro mercado emisor.
El estrés y el sufrimiento acumulado por muchas familias en España, parece haberse convertido en el gran aliado del Sector, sirviendo de contrapunto a la preocupación por la deriva política de unos partidos tradicionales cuestionados por la corrupción y unos partidos emergentes que no tranquilizan precisamente a los mercados.
Y es que el quid de la cuestión no radica en que gasten quienes no tienen, ya que hay una parte de la clase media que ha dejado de serlo, y ha perdido su capacidad adquisitiva anterior, por lo que hoy ya no puede viajar. Quienes compran sus vacaciones, necesitados de descanso, son funcionarios, pensionistas, autónomos y profesionales que no solo mantienen sus puestos de trabajo, sino que han acumulado un ahorro nada desdeñable en estos años de crisis, atenazados por el temor a unos tiempos peores, que empiezan a despejarse.
Este es el auténtico final del tsunami (el parón del consumo de viajes, tanto o más que la caída de grupos) que ha asolado al emisor doméstico en España, arrasando no pocas empresas y obligando a las que quedan a reducir al máximo sus estructuras, e incluso cambiar su modelo de empresa. Ese sí fue nuestro tsunami.
Que le sea útil. Ese es nuestro mayor interés.