Farriol afirma que la zona notará la caída de hasta un 50% del turismo ruso, que se acumula a la que se ha venido produciendo paulatinamente en los últimos años, debido a la devaluación del rublo frente al euro, y también por la el empeoramiento de las relaciones entre el Gobierno de Vladimir Putin y la Unión Europea. En total, los hoteleros de la zona esperan una caída de entre el 10% y el 20% en la ocupación.
Sin embargo, desde la Asociación hay cierto optimismo porque la recuperación del mercado nacional empuje la ocupación positivamente durante los meses de julio y agosto.
A nivel internacional, tres nuevos vuelos semanales desde Reino Unido al aeropuerto de Reus pueden hacer que el turista británico logre desbancar al ruso como primer mercado extranjero en la zona y suponer el 21% o 22% del total.