Para acreditarlo, Escarrer desgranó los principales indicadores de negocio y de reputación de la compañía:
- La firma o incorporación de más de 100 hoteles durante el periodo.
•- El avance en la internacionalización, con un 99% de las habitaciones actualmente en proceso de apertura fuera de España, el 65% de ellos en mercados emergentes.
- La reducción significativa de la deuda y la mejora del balance; una tendencia que, de cumplirse todas las expectativas, se mantendrá durante el primer trimestre de 2015.
- El atractivo en bolsa de la Compañía y la positiva evolución de la cotización en los últimos 3 ejercicios, que suma un crecimiento del 127,5%.
- La importante innovación desarrollada en producto, servicio y "revolución digital".
- El liderazgo comercial, tanto con agentes y tour operación, como con canales propios, con un crecimiento de melia.com del 25% anual en los tres últimos años.
- La consolidación de su reputación corporativa (primera compañía del sector en 2013 y 2014 según MERCO) y sus avances como "marca empleadora".
Apuesta por España y atracción de inversores internacionales
En particular, Gabriel Escarrer hizo énfasis en que Meliá, líder hotelero en España (donde gestiona más de 150 hoteles y 35.000 habitaciones) ha mantenido firme su compromiso con el país, "incluso durante los peores momentos". Entre los años 2008 y 2015, Meliá ha invertido en España alrededor de 450 millones de euros en inversión nueva y de reposición (que incluyen las aportaciones de sus socios en joint ventures) y abrió 24 nuevos hoteles.
Por otra parte, la compañía ha conseguido la involucración de grandes fondos inversores internacionales de la máxima solvencia, como Avenue Capital, London Regional y otros como Starwood Capital Group, con el que negocia una importante operación corporativa. Todo ello a fin de dotar a los proyectos de Meliá de un mayor músculo financiero.
Calviá Beach, círculo virtuoso
Meliá ha desarrollado durante los últimos tres años el proyecto "Calviá Beach" para la renovación y reposicionamiento turístico de un destino maduro y castigado por los escándalos como Magaluf, en Mallorca, en el que Meliá ostenta una posición dominante, con más de 3.500 habitaciones.
Escarrer definió el proyecto como un auténtico "círculo virtuoso", dado que la apuesta estratégica del grupo por una renovación arquitectónica, urbanística, de transformación de la oferta comercial y de ocio complementaria, combinado con la elevación de la calidad y segmentación de los hoteles, junto con la colaboración con las Administraciones Públicas, han conseguido generar una mejora de la tarifa media y los ingresos, del nivel y diversificación de los visitantes, creación de empleo y reducción de la oferta low cost. Asimismo, se ha promovido un consenso de la comunidad en torno a la necesidad del cambio, e incluso un compromiso con las Instituciones para erradicar las conductas antisociales e insostenibles en el destino, reposicionándolo de manera acorde a su gran potencial.