Si bien el importe de la tasa no es elevado (oscila entre seis y ocho euros en función del tipo de establecimiento), la medida evita a los establecimientos las molestias y pérdidas de tiempo que ocasionaba a las empresas, que hasta el año recién pasado tenían que realizar las declaraciones de precios de forma presencial.
"Con la eliminación de las declaraciones presenciales y las tasas se evitan molestias y también gastos a los profesionales y se atiende por fin una reivindicación histórica del sector", destacó el consejero de Turismo, Eduardo Arasti en declaraciones reproducidas por Europa Press. La supresión es efectiva desde el 1 de enero.
La eliminación de esta tasa se articula a través de la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas que acompaña a los presupuestos de 2015.