De éstos, algo más de 1,5 millones serían viajeros de ocio (un millón de pasajeros aéreos y 520.000 de cruceros), mientras que otros 550.000 aprovecharían su viaje a Cuba para visitar a sus familiares. Cabe recordar que Cuba recibe anualmente algo más de turistas internacionales, por lo que esta medida le permitiría prácticamente duplicar la cifra de entradas.
El presidente y consejero delegado de ASTA, Zane Kerby, elogia al Gobierno de Estados Unidos "por trazar un nuevo rumbo en las relaciones con Cuba", considerando que "representa un paso importante para conseguir que los estadounidenses puedan viajar por todo el mundo sin restricciones". Sin embargo, lamenta que los desplazamiento turísticos siguen sin estar permitidos, por lo que insiste en la importancia de "derogar cualquier prohibición" de viajar a Cuba.