Xavier Illa, consejero delegado de Hesperia y NH y presidente del Aula de Innovación Turística, ha explicado que "es absurdo frenar este tipo de iniciativas (refiriéndose a alojamientos para turistas que se anuncian a través de Internet, como AirBnb), ya que satisfacen un nuevo tipo de demanda, pero se debe competir con las mismas condiciones y armas".
La segunda teniente alcalde de Barcelona y responsable de Economía, Empresa y Ocupación, Sònia Recasens, ha comulgado con la necesidad de regulación y de hacerlo de la mano del sector. En el mismo sentido han opinado Lluís Torrent, presidente de la Federación Catalana de Apartamentos Turísticos (Federatur), que ha añadido que "el incremento de pisos turísticos no viene de ahora, sino que simplemente se ha regulado". "Es el modelo que crece más en todas las ciudades del mundo, así que Barcelona no tiene por qué ser menos", puntualiza Torrent. Por su parte, Joan Molas, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), ha lamentado una falta de legislación homogénea a distintos niveles.
Kike Sarasola, presidente de RoomMate y BeMate, que con BeMate ha creado un nuevo concepto de alojamiento turístico "para atraer un público de más nivel y distinto al de los típicos apartamentos", como ha explica él mismo en ESADE, también coincide en la necesidad de regulación pero "sin caer en exceso", advirtiendo del peligro de "hacer ciudades aburridas".
Convivencia y equilibrio
Para el profesor de ESADE Josep-Francesc Valls, "la atracción turística es fundamental para las ciudades contemporáneas, pero resulta muy necesario un equilibrio entre los modelos de negocio tradicionales con los nuevos".
En estas líneas, Lluís Rabell, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos y Vecinas de Barcelona (FAV Barcelona) teme que con el turismo se esté también desarrollando una burbuja, y añade: "no se trata solo de un problema de convivencia, sino de la especulación que se genera en las viviendas, el impacto sobre el comercio o el medio ambiente". "No podemos dejar las leyes del mercado actuar libremente porque afectan sobre la ciudad", concluye.
Regulación y consenso
Desde el Ayuntamiento de Barcelona explican que están trabajando en un nuevo plan de viviendas turísticas y apuestan por descentralizar el turismo hacia un entorno metropolitano, que ya tiene activos turísticos consolidados.
Recasens ha sido taxativa al explicar que "todo apartamento turístico que se comercializa en una web debería llevar su número de registro", y que "la economía colaborativa debería regularse". "No me sirve que estas plataformas se acojan a una legislación de e-comercio", ha señalado.
Para la segunda teniente alcalde de Barcelona es necesario que cada vez que haya alguien en un apartamento turístico se dé un contrato de por medio. Y ha apuntado que los apartamentos que se alquilen como turísticos podrían perder el uso residencial.
Sobre la tasa turística, ha aclarado que hace falta esperar a un ciclo entero para ver cómo funciona y que también "sería un grave error hacer cambios en ello sin hacerlo de la mano del sector".