En la industria turística brasileña el turismo náutico es uno de los que ha evolucionado a mayor ritmo en los últimos tiempos. Esta clase de turismo, que abarca diferentes modalidades en función del tipo de embarcación que se utilice, tiene en el sector de cruceros una de sus mayores puntas de lanza. Así, se manejan cifras de hasta un 623% de crecimiento exponencial los últimos ocho años, a una media de un 33% anual.
Con estos datos, Brasil ha logrado escalar a la quinta posición del ranking CLIA (Cruise Lines International Association), colocándose en uno de los puestos de referencia a nivel mundial en lo que a mercado de cruceros se refiere. No hay que olvidar que se trata del único país de América del Sur que está dentro de la lista de los 40 destinos más visitados, según la Organización Mundial de Turismo.
Y es que en Brasil se puede encontrar una amplia gama de enclaves que muestran a los viajeros de estos cruceros toda la variedad de su costa. Además, Brasil cuenta con casi 8.500 km de costa, más de 35.000 km de vías internas navegables y 9.260 km de embalses de agua dulce, lagos y lagunas, por lo que su geografía es fácilmente adaptable a cualquier disciplina marítima.