Cuatro hoteles (Barceló Renacimiento, Silken Al-Andalus, Zenit y Hilton Garden) has sido los primeros en participar de esta experiencia. Tanto las bicicletas como el resto de elementos del sistema se han rotulado con la imagen corporativa de los hoteles, favoreciendo su percepción por parte de los turistas como parte integrante de los servicios hoteleros.
Los clientes de hotel reciben la información sobre el servicio cuando realizan el check-in, proporcionándoles una tarjeta que les permite utilizar las bicicletas. En función del uso, y conforme a las tarifas establecidas, el cliente abona el coste cuando deja el hotel.
Del mismo modo que ocurre con los servicios de bicicleta pública, la visibilidad del servicio supone, en sí mismo, un aliciente al uso, fomentándose así las visitas urbanas en modo bicicleta.
Además, este nuevo concepto supone para el hotel un nuevo servicio y la opción de ofrecerle al cliente un nuevo modo de transporte.