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CHIEF COMMERCIAL OFFICER DEL LONDON CITY AIRPORT

Matthew Hall: ‘Hay que gestionar el tiempo como si fuera dinero… o mejor’

El tiempo que pasan los viajeros de negocios en los aeropuertos debe ser el mínimo imprescindible

martes 29 de julio de 2014, 02:00h
El chief commercial officer del London City Airport, Matthew Hall.
El chief commercial officer del London City Airport, Matthew Hall.

"Los viajeros de negocios saben, quizá mejor que otros colectivos, que el tiempo hay que gestionarlo como si fuera dinero… o mejor. Cada minuto cuenta. Y mucho", afirma el chief commercial officer del London City Airport, Matthew Hall, quien analiza este aspecto en un artículo de opinión.

«El pasajero tipo del London City Airport (LCY) tiene unos ingresos anuales de 125.000 euros. Para el 30% de los viajeros consultados en nuestras encuestas,  el valor de 60 minutos de su agenda se sitúa por encima de los 240 euros. Un 18% del censo sobrepasaría los 360 euros y cerca de un 10% valora una hora de su tiempo en más de 600 euros. Un 65% de los pasajeros del LCY son viajeros de negocios y ellos saben, quizá mejor que otros colectivos, que el tiempo hay que gestionarlo como si fuera dinero… o mejor. Cada minuto cuenta. Y mucho.

En este contexto, y con los aeropuertos como parte de su hábitat natural, no es de extrañar que los viajeros de negocios exijan emplear el mínimo tiempo posible a labores tan prosaicas como facturación, tránsito hacia la puerta de embarque, colas en la zona de llegadas o interminables esperas por vuelos retrasados. Y eso es lo que nos ha dado la clave de trabajo en LCY.

Uno de los puntos prioritarios es lograr una velocidad abrumadora de los procedimientos. Un pasajero puede llegar a LCY sólo 20 minutos antes de la salida de su vuelo y tener aún tiempo para facturar y pasar el control de seguridad sin prisas. Al aterrizar, en menos de 15 minutos desde la toma de pista se habrá efectuado la salida de las instalaciones. Otro tema crítico es la puntualidad de los vuelos. En este sentido, LCY es —durante siete trimestres consecutivos— el aeropuerto más puntual del Reino Unido.

En conjunto, haciendo números, una persona que vuela cuatro veces al mes podría ahorrar cerca de ocho horas eligiendo LCY. A ello se suma que LCY es el único que realmente está ubicado en el centro urbano de la ciudad, a solo cinco kilómetros de Canary Wharf, a 11 kilómetros de la City y a menos de 16 kilómetros del icónico Big Ben; y con entrada directa al metro ligero, con lo que el viajero alcanza el corazón del distrito financiero en menos de 30 minutos.

Pero incluso cuando se reducen al máximo las esperas, es casi imposible evitar ‘tiempos muertos’ en un aeropuerto. Por eso hemos dado un paso más habilitando en LCY el primer Bloomberg Hub del mundo, un espacio estimulante y funcional, creado expresamente para transformar ese ‘tiempo muerto’ en  ‘tiempo útil’, en una experiencia productiva, eficiente y placentera. Se trata de un espacio tecnológico altamente interactivo que, en colaboración con el líder de la información financiera mundial Bloomberg, proporciona a los viajeros acceso continuado, inalámbrico y gratuito a información de viajes, noticias de actualidad, análisis de la situación de los mercados, datos relevantes, Bloomberg Television y diversos contenidos en formato multimedia especialmente útiles para el hombre de negocios.

Ubicación, velocidad y servicios de valor añadido son parte del ADN de LCY. El mercado lo reconoce: en los tres últimos años, el Consejo Internacional de Aeropuertos le ha otorgado el reconocimiento como el mejor aeropuerto en Europa. Los viajeros lo reconocen: en 2013, más de 3,4 millones de pasajeros eligieron LCY, lo que supone un incremento del 12% en el número de viajeros frente a 2012 y convierte a 2013 en el año más exitoso desde su inauguración en 1987.

Pero el mayor logro es saber que les ayudamos a tener algo mucho más valioso. Muchos de nuestros viajeros frecuentes, al ser consultados, no lo dudan: cada minuto que pueden arañar a su agenda de negocios para estar con sus familias y seres queridos es de un valor incalculable.

Aunque en muchas ocasiones tengamos la sensación de todo lo contrario, el tiempo es, literalmente, inflexible. Una vez que pasa, no se puede recuperar. Tampoco podemos alargarlo, ni comprarlo. Menos aún detenerlo o hacerlo desaparecer. Es algo que nos resulta imposible de modificar. Pero sí podemos no perderlo; optimizarlo para reservar algunos de sus espacios y dedicarlos a lo que es clave para nosotros. 

"El llegar a casa a tiempo para poder acostar a tus hijos, no tiene precio". Es una respuesta elegida una y otra vez por nuestros viajeros en los sondeos de opinión que periódicamente realizamos. Para todos los que formamos parte del London City Airport es un honor y un orgullo ser parte de que puedan conseguirlo».