El proyecto nace con la idea de acercar el arte a la naturaleza para disfrutarlo en una auténtica finca mallorquina de más de 600 años de antigüedad restaurada en un espacio de 76.000 m².
La propiedad se encuentra rodeada de jardines repletos de obras de arte, caminos, esculturas, columnas de mármol, piezas étnicas, antigüedades, especies botánicas, palmeras, bosque de pinos e infinidad de rincones.
La exposición de "Land Art" (la corriente de arte contemporáneo que utiliza el marco en la naturaleza y los materiales con la finalidad de producir emociones plásticas en el espectador) aumenta su notoriedad al albergar también una de las más importantes muestras de arte primitivo, entre muchas otras obras.
Habitaciones
Todas las habitaciones están individualmente decoradas con un estilo ecléctico y el toque personal que sus creadores le han dado al elegir cada objeto, antigüedades y obra de arte para que inviten a vivir una parte de su propia historia creando un espacio de rusticidad y refinamiento en equilibrio con el máximo confort y modernidad.