La nueva cabina de la clase La Première ofrece ahora cuatro suites individuales exclusivas a bordo de los Boeing 777-300 de larga distancia de Air France. A bordo, cada suite es una promesa de privacidad y permite aislarse total o parcialmente, a su gusto y en un confort absoluto.
Bienestar, descanso y tranquilidad acompasan armoniosamente el viaje, para vivir momentos excepcionales. Una vez instalado a bordo, el huésped de La Première se siente como en casa. El amplio asiento se adapta a cada morfología e invita inmediatamente al descanso y a la relajación. Cada cliente dispone de una pantalla táctil personal de 24 pulgadas con imagen de alta definición, una de las más grandes propuestas a bordo hasta la fecha.
Dormir en una suite La Première es una experiencia totalmente exclusiva. En un instante, el asiento se transforma en una verdadera cama totalmente horizontal, de más de dos metros de longitud. Los reposabrazos se vuelven entonces totalmente abatibles y ofrecen un amplio espacio de 77 centímetros de anchura. Cuando el cliente desea dormir, los tripulantes de cabina instalan un colchón sobre el asiento, para ofrecerle un confort irreprochable.
La privacidad de cada una de las suites de Air France está protegida por gruesas cortinas, retenidas por alzapaños de cuero. Este concepto permite a los pasajeros aislarse totalmente o parcialmente, según sus deseos. Después de cerrar las cortinas totalmente, la suite La Première se transforma en un amplio espacio totalmente privado de tres metros cuadrados disponibles para cada huésped.
La suite también puede acoger dos personas. Frente al asiento, un cómodo banquillo permite al huésped disfrutar de una conversación o de una comida con su propio invitado. La suite se transforma en sala, restaurante, despacho, etc. Todo está permitido en este espacio modulable.