“No sorprenderé a nadie si comento que la inmensa mayoría de hoteles presenta o bien deficientes puntos de ingresos (restauración, spa, gym, parking) o bien espacios 'muertos', metros cuadrados no rentables", continúa. Por ello, aboga por incorporar y generalizar el "indicador de rentabilidad por m²" en el sector hotelero, donde es más habitual la utilización de indicadores como Revpar o Goppar.
Como explica Oliver, "estos puntos de ventas en general son económicamente deficitarios, debido a dos grandes razones: No es el objetivo prioritario empresarial del propietario/director del hotel y la operatividad suele ser ineficiente, bien por problemas con la especialización de la plantilla o bien por la obsolescencia de los mismos puntos de ventas".
El objetivo del servicio es aumentar la rentabilidad final de un hotel, seleccionando para ello a empresas de experiencia y solvencia para externalizar o alquilar dichos puntos de ventas y/o espacios muertos.