En el caso concreto de los directivos, la compañía aérea pasa de 82 a 44, lo que supone un recorte del 46%. La nueva estructura organizativa responde a la situación actual de Iberia, así como a las exigencias del futuro. "Se ha construido más sencilla y flexible, con criterios de eficiencia, agilidad, transparencia y claridad en las responsabilidades", destacan desde la aerolínea.
El objetivo que se persigue con esta medida es que la nueva estructura contribuya eficazmente a los objetivos generales de incremento de ingresos, mejora de la percepción del cliente y a establecer una base competitiva de costes. Esta reorganización se enmarca en el proceso de transformación que está llevando a cabo Iberia "para poder competir con garantías de éxito en el entorno de exigencia máxima de un sector globalizado, cada vez más competitivo y en profunda transformación", explicó recientemente el grupo.