"Hacemos un llamamiento a todas las empresas y asociaciones turísticas, así como a los turistas del mundo entero, a que contribuyan a los esfuerzos que están desplegando las Naciones Unidas para ayudar a Filipinas y demuestren la solidaridad del Sector con el pueblo filipino en este difícil momento", señala su secretario general, Taleb Rifai. En esta línea, se muestra "seguro de que, a pesar del trágico suceso, el Sector Turístico de Filipinas seguirá luchando y contribuyendo de manera esencial al desarrollo del país".
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación ha actualidad sus recomendaciones de viajes, instando a no viajar a las áreas más afectadas, y en especial a Leyte, Iloilo, Palawan, algunas zonas de Mindoro, Surigao, Samar y el norte de Cebú. En cuanto a otras zonas turísticas de las islas de Visayas, como Boracay y Bohol (que aún no se ha recuperado del reciente terremoto), advierte de que "siguen con problemas: cortes de luz, problemas con suministro de agua y alimentos, cobertura de móviles inestable, aeropuertos cerrados". Por todo ello, aconseja extremar la precaución en la zona siniestrada y evitar desplazarse a la misma.