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La Capilla de Brihuega, en Guadalajara, se ha restaurado para ofrecer un espacio singular para la celebración de eventos

Dispone de tres espacios diferenciados y a distintas alturas, el más grande, un salón de 200 metros cuadrados

viernes 13 de septiembre de 2013, 01:00h

La Capilla de Brihuega, situada en la misma localidad alcarreña, ha conseguido rehabilitar una iglesia del siglo XVI en un espacio preparado y acondicionado para la celebración de eventos. Gracias a su amplitud y disposición de ambientes, se adapta para cada ocasión de una forma totalmente personalizada.

Uno de los espacios de la Capilla de Brihuega, el salón del Coro Alto.
Uno de los espacios de la Capilla de Brihuega, el salón del Coro Alto.

Lo mismo sucede con todo el mobiliario, que se define de acuerdo a los requerimientos de la programación. Dadas estas singularidades, todo el salón participa de los eventos como un protagonista, prestando elegancia, distinción y serenidad en la celebración de congresos, cursos, reuniones de trabajo, presentaciones y seminarios.

Amplitud, belleza, versatilidad, sencillez y personalidad son las características que a grandes rasgos describen a la Capilla de Brihuega, ubicada en la provincia de Guadalajara, a 85 kilómetros de Madrid y a solo 30 kilómetros de la capital de provincia. Forma parte del casco antiguo de Brihuega, declarado conjunto histórico artístico del municipio en reconocimiento a su arquitectura única, que lleva impresas las huellas de la fuerte presencia árabe fusionada con la cultura cristiana, elementos que crean una atmósfera que rayan en lo mágico.

Es así que la Capilla se caracteriza especialmente por la historia que alberga: está emplazada en el antiguo monasterio donde residieron las religiosas Jerónimas de San Ildefonso, y ha sido prácticamente traída desde el siglo XVI hasta ahora, completamente restaurada pero manteniendo su fachada y estructura originales, y enriquecida con las ventajas y comodidades de la modernidad, como el aire acondicionado y suelo radiante, la iluminación, servicio de Wi-Fi, vestuarios y sistema de sonido.

Todo ello gracias al duro trabajo de su emprendedor, Fernando González, que vio en las ruinas del convento una oportunidad de crear algo único e innovador. Tras más de seis años de una cuidada restauración en la que se han respetado todos los detalles arquitectónicos originales de la antigua iglesia, se ha creado un espacio moderno, acogedor  y práctico que se presta para ser el marco ideal en la celebración de los eventos más importantes.

Diversos espacios para eventos

La Capilla brinda tres espacios independientes y fácilmente comunicables entre sí. En primer lugar, el salón principal, construido sobre la planta original de la iglesia, donde forma, diseño y piedra se funden en una perfecta armonía sobre 200 metros cuadrados, coronado por una gran cúpula a 18 metros de altura del suelo. Constituye un espacio polivalente adaptable a la actividad que en él se realice, provisto de equipos de sonido camuflados en las paredes que brindan una acústica de primer nivel respetando su original belleza. Su capacidad es de 180 comensales cómodamente instalados en banquete.

Otro espacio es el antiguo Salón del Coro, balcón volado a 12 metros de altura con una disponibilidad de 35 metros cuadrados, donde tranquilamente se acomodan 40 comensales en un banquete. Se trata de una zona intermedia especialmente acogedora y reservada, gozando además de una vista espectacular del lugar. Por añadidura, el sistema de iluminación le otorga una atmósfera que fácilmente aviva la sensibilidad e invita a la relajación.

El último espacio es el salón del Coro Alto, en la parte más elevada de la Capilla, ya casi tocando la cúpula. Dispone de 85 metros cuadrados de superficie y es quizá el lugar que más contrastes ofrece entre la estructura original del siglo XVI y las innovaciones introducidas en este siglo XXI, con las columnas inconclusas que resaltan junto a la reciente remodelación. 

Con la inauguración de la Capilla, la iniciativa empresarial del grupo Sensaciones en la Alcarria ha hecho realidad el sueño de muchos en Brihuega, puesto que la rehabilitación de este espacio histórico no solo permite recuperar un importante referente cultural de la región, sino que a través de él, se impulsa el crecimiento económico de la comunidad.