El entorno rural, que permite desconectar de la vida urbana y concentrarse en los objetivos en contacto con la naturaleza, es el destino más buscado para los viajes de incentivo. Y las actividades conocidas como outdoor training, muy en alza en los últimos años, combinan el formato de reunión de empresa y la formación, con la práctica de juegos y actividades al aire libre o espacios abiertos, basado en una metodología de aprendizaje vivencial.
La Fundación Huesca Congresos fomenta el discurso en su blog acerca de temas de interés relacionados con el turismo de incentivos contando con las opiniones y aportaciones de socios de los distintos sectores de actividad. Tres empresas altoaragonesas de proyección nacional, con amplia experiencia en el sector de los viajes de incentivos -Locura de Vida, Evolucciona (Grupo Diferentia) y Planeta 40 -han defendido que el Turismo de Incentivos se ha vuelto una herramienta excepcional para las empresas, no sólo para agradecer a sus empleados los logros y méritos, sino para fidelizar clientes, motivar a su equipo, fomentar distintos valores y trabajar con mejores resultados determinados conceptos y objetivos.
Chus Montañés, de Locura de Vida, ha señalado que "en el Turismo de Incentivos, hasta hace muy poco, cualquier cosa valía, era una excusa para salir de la oficina. Ahora se buscan servicios en los que se trabajen diferentes habilidades, no el hacer por hacer, sino hacer para conseguir". En la misma línea, Sergio Bernués, de Diferentia, ha explicado que "ahora se busca más la formación aplicada al outdoor training, no sólo divertirse. Nosotros incluimos charlas de motivación, formación en distintas competencias y ofrecemos un informe al cliente de cómo han reaccionado los participantes y si se han implicado, por ejemplo". Eduardo Pascual, de Planeta 40, ha destacado las ventajas de otra vertiente, el turismo deportivo, aplicado a incentivos: "actualmente el turismo deportivo tiene cada vez un mayor número de adeptos y cada vez es más exigente con los servicios ofrecidos. Por ello es vital dar un valor añadido a los programas y conseguir de esta manera una diferenciación del resto de competidores en el mercado".
Creatividad ante la crisis
Para Rob Davison, autor del informe anual de tendencias de la feria EIBTM, "las empresas han vuelto a reconocer el poder de los viajes de incentivos para motivar a sus empleados, pero dichos viajes será mucho menos ostentosos".
Aunque la coyuntura económica actual no permite tanta inversión en este tipo de viajes, empresas de todos los niveles siguen apostando por ellos, ahorrando costes con destinos más cercanos, menos participantes, mayor flexibilidad, menos jornadas y mucha, mucha creatividad para distinguirse. Según explica Sergio Bernués, de Evolucciona, "ahora las empresas grandes tienen menos presupuesto y eso les obliga a organizar los viajes de incentivos en territorio nacional, y eso nos beneficia. Además, tenemos un paquete orientado a pymes, que ahora están más interesadas por el Turismo de Incentivos".