Así, entre los datos que recoge este informe elaborado por la Consejería, Rodríguez subrayó el peso específico del sector hotelero de Andalucía, que ocupa el primer puesto nacional de plazas desde hace diez años y que actualmente tiene una cuota del 16,9%, frente al 16% de Cataluña o el 15,8% de Canarias.
Según señaló el consejero, la oferta hotelera "constituye uno de los principales recursos turísticos del destino tanto a nivel cualitativo como cuantitativo", por lo que su análisis "nos permitirá un mejor conocimiento del sector y, al mismo tiempo, una mejor adaptación de la oferta a una demanda que se encuentra en continua evolución".
En este sentido, el titular andaluz de Turismo y Comercio puso de relieve que en la última década en la comunidad "se ha producido una clara apuesta por las categorías altas y por mejorar la cualificación de los establecimientos". De esta forma, casi dos tercios de las plazas corresponden a hoteles de 4 y 5 estrellas, lo que supone un incremento del 15,7 puntos respecto a 2002.
A su juicio, la evolución del sector hotelero andaluz en estos años refleja que "el ajuste entre la oferta y la demanda ha sido bastante acertado", si bien advirtió de que existen "dificultades acentuadas por el carácter estacional y cíclico del turismo frente a la mayor flexibilidad de la demanda".
Microempresas, base estructural
En cuanto a la composición del sector, Rafael Rodríguez afirmó que las microempresas (menos de diez trabajadores) y las empresas sin asalariados "constituyen las estructuras más relevantes tanto en el sistema hotelero español como en el andaluz". Así, detalló que del total de empresas hoteleras de la región, el 55% son micropymes, el 27,4% son sin asalariados y el 13,2% son pequeñas entidades con menos de 50 trabajadores. El consejero añadió que el peso porcentual de las pymes "se ha acentuado en los últimos años", por lo que "son vitales para promover la competitividad y el empleo del sector turístico andaluz". Por ello, fijó como una prioridad de la Consejería reforzar el apoyo a estas pequeñas empresas y microempresas a través de actuaciones de innovación y fomento del asociacionismo.
Entretanto, y siguiendo otra de las conclusiones del estudio, las cadenas hoteleras que operan en la región controlan el 56% de las plazas (139.400) y el 25% de los establecimientos (406), que se agrupan, fundamentalmente, en las categorías superiores.
Por último, Rafael Rodríguez incidió en que "más allá de las plazas con que cuenten estas grandes cadenas, la importancia futura de Andalucía como destino turístico dependerá del volumen que estas empresas tengan localizado en la comunidad y de las inversiones que realicen".
A este respecto, resaltó el "gran atractivo" que despierta la comunidad para las principales cadenas del sector, "que siguen apostando fuertemente por el destino", lo que, a su juicio, es un "ejemplo más de la fortaleza y de la competitividad" del sector turístico andaluz.