Cada vez más empresas reorientan su estrategia corporativa, implantando acciones encaminadas a fomentar el respeto al medio ambiente. En un principio, las compañías aéreas fueron las primeras en llevar a cabo este tipo de proyectos, reduciendo su emisión de CO2, pero en la actualidad, gran número de empresas del Sector Turístico están mostrando su interés. Claros ejemplos de esta apuesta por el desarrollo sostenible son Sol Meliá y Alsa, las cuales han sabido adaptar sus instalaciones, utilizando tecnologías limpias y realizando campañas de sensibilización entre sus empleados. En el caso de Sol Meliá, en 2007 ha evitado la emisión a la atmósfera de más de 2.900 toneladas de CO2.
Ambos modelos empresariales han servido como punto de partida del Sistema de Compromisos Voluntarios, iniciativa lanzada conjuntamente entre el Ministerio de Medio Ambiente y el Observatorio de la Sostenibilidad de España (OSE). Enmarcado en el Plan de Medidas Urgentes de la Estrategia Española de Lucha contra el Cambio Climático y Energía Limpia, dicho plan pretende incentivar al sector empresarial para conseguir una reducción de al menos un millón de toneladas de CO2.
Entre las ventajas que supone la adscripción al Sistema de Compromisos Voluntarios, José Luis de la Cruz, miembro del Área de Procesos de Sostenibilidad del OSE, explica que las entidades que cumplan con la reducción de gases "podrán utilizar el logotipo" diseñado por el OSE, el cual certifica que respeta el medio ambiente.
KLM también apuesta por la reducción de las emisiones de CO2
Coincidiendo con esta apuesta de la Administración pública, KLM ha llegado a un acuerdo con el grupo de créditos de carbono ‘OneCarbon’, mediante el cual, además de neutralizar la emisión de CO2 de sus aviones, ofrecerá a sus pasajeros la posibilidad de compensar la ‘huella’ de carbono. Ambas empresas colaborarán en el desarrollo de proyectos de reducción voluntaria de emisiones con el sello ‘Gold Standart’ a cambio de créditos de carbono.
El objetivo de estos proyectos ‘Gold Standart’ es reducir las emisiones de gases contaminantes a través del fomento de la utilización de energías renovables y de la eficiencia energética. Estas iniciativas, que son habituales en los países en desarrollo, sirven, además de para reducir las emisiones de CO2, para impulsar el desarrollo económico y social de la zona y reducir los problemas medioambientales.