A pesar de la oposición del sector privado, mañana entrará en vigor la tasa turística, aprobada el pasado 9 de octubre por la Generalitat, con la que se gravará la estancia en los diferentes alojamientos de Cataluña, incluidos los cruceros atracados en la Comunidad durante más de 12 horas. En virtud del reglamento, los titulares de estos establecimientos tendrán la obligación de ingresar en la Administración tributaria el impuesto que cobren a sus huéspedes, que irá de 0,5 a 2,5 euros por día (un máximo de siete), dependiendo de la categoría y ubicación del mismo. El máximo importe corresponderá a los hoteles de cinco estrellas y a los cruceros. No obstante, estarán excluidos de este pago los menores de 16 años y los beneficiarios de estancias subvencionadas por programas sociales.
La tasa se cobrará independientemente de que exista o no pernoctación, pues según recoge la normativa, "se entiende por estancia el disfrute de los servicios de alojamiento, por día o fracción, con pernoctación o sin ella". El precio final del nuevo impuesto ya tendrá incorporado el IVA, aunque la pretensión inicial de la Generalitat era añadir el 10%, al tratarse de servicios de hostelería.
Las agencias serán responsables si el cliente no paga
Entre los aspectos más cuestionados del denominado Impuesto sobre las Estancias de Establecimientos Turísticos, está la responsabilidad solidaria de la agencia de viajes en el cobro del mismo. Es decir, en caso de que el cliente no pague la tasa en un establecimiento de la Comunidad, la agencia de viajes deberá asumir dicha deuda tributaria, a pesar de que el pago se realiza a posteriori y en el establecimiento.
A juicio del presidente de la Unión Catalana de Agencias de Viajes Especializadas (UCAVE), Rafael Serra, esta responsabilidad solidaria "es un despropósito" puesto que "la tasa devenga con la estancia efectiva y no antes, por lo que la agencia no la cobrará por adelantado". "Entendemos que con la responsabilidad subsidiaria del establecimiento hotelero es suficiente para suplir el impago del cliente", añade Serra, al mismo tiempo que considera un "sinsentido" que la agencia "no tenga intervención alguna, pero pueda ser obligada a pagar el impuesto". Por ello, UCAVE recomienda a las agencias receptivas que "exijan por adelantado el importe de la misma". "De esta manera, evitarán el riesgo de verse obligadas a liquidar un importe que no han percibido", afirma.
También la Asociación Catalana de Agencias de Viajes (ACAV) se ha mostrado especialmente crítica con la medida, denunciando que deja a las agencias "en una situación de indefensión ante la reclamación del pago", ya que "se escapa del control de la agencia el hecho de que la tasa sea efectivamente pagada por el contribuyente". Asimismo, lamenta que pese a ser responsables solidarias, las agencias no participarán en la gestión del Fondo de Promoción del Turismo, proveniente de la recaudación de este impuesto.