Los restos del empresario han sido trasladados al tanatorio de Tres Cantos en Madrid, según confirma su hijo Ignacio Pascual, para posteriormente ser enterrado hoy en el cementerio de La Almudena. Su hijo destaca que "el disgusto que tenía" su padre derivado de los problemas de Marsans durante los dos últimos años "es lo que se le ha llevado", tras "más de 50 años de trayectoria empresarial". "Mi padre estaba peleando por intentar disminuir el daño causado y devolver el dinero, y seguiremos peleando por ello", asegura, al mismo tiempo que defiende que "era un hombre honrado que luchó mucho, fundó muchas empresas y no tenía dinero".
El nombre de Gonzalo Pascual ha estado siempre ligado al del expresidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, con el que se asoció en varias aventuras empresariales como las de Spanair y Marsans. Pascual, ingeniero industrial, fundó su primera empresa en 1964, dedicada a importaciones y exportaciones, y en 1967 creó Trapsa, ya junto con Díaz Ferrán, dedicada al transporte de líneas de autobús en la provincia de Madrid, que extendió su actividad en toda España, y de la que fue vicepresidente y consejero delegado.
En su dilatada trayectoria figuran entre otros cargos directivos en Spanair, Viajes Marsans, Trapsatur, Travel Bus, Publibus, Air Comet, Aerolíneas Argentinas (aerolínea que fue expropiada a Marsans) y Club de Vacaciones, entre otras empresas. Asimismo, Pascual también fue vicepresidente y presidente del Consejo de Turismo de CEOE, vicepresidente de la Confederación Empresarial Independiente de Madrid (CEIM), vocal del pleno de la Cámara de Comercio de Madrid y miembro del Comité Ejecutivo de Ifema.
En 1989 le fue concedida la Medalla de Plata al Mérito Turístico y en febrero de 1996 la Medalla de Oro al Mérito Turístico. Asimismo, el Comité Organizador de la Conferencia Iberoamericana de Ministros y Empresarios de Turismo (CIMET) le concedió la Insignia de Oro y Brillantes, incorporándose así a la Galería de Próceres del Turismo Español en Iberoamérica.
Quiebra de Marsans en 2010
Pascual protagonizó la quiebra más importante del Sector Turístico español con la entrada en concurso de acreedores del conglomerado de empresas del Grupo Marsans, que poseía junto a Díaz Ferrán. Los problemas en Marsans comenzaron con la falta de liquidez, tras verse arrastrado el grupo por la quiebra de Air Comet. El 9 de junio de 2010, Pascual y Díaz Ferrán anunciaron la venta de Marsans a Posibilitum Business, sociedad experta en quiebras. Los empresarios siempre han mantenido que el cierre de Marsans se debió a la retirada dos meses antes de la licencia para vender billetes por parte de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) y a la falta de financiación bancaria derivada de la crisis económica.
Desde entonces, tanto los acreedores como el Ministerio Fiscal les demandaron junto a Posibilitum Business ante los juzgados mercantiles y la Audiencia Nacional por presunto vaciamiento patrimonial de las empresas del grupo. Los jueces dictaron el embargo de todas sus propiedades en varios procedimientos. La Audiencia Nacional les imputó por un presunto delito continuado de apropiación indebida por valor de 4,4 millones de euros procedentes del dinero de los clientes. El Juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid está pendiente de resolver la declaración de culpabilidad de los empresarios y la sociedad compradora por la quiebra Marsans, tras celebrar el juicio a mediados de mes, al que asistieron tanto Díaz Ferrán como Pascual. El pasado mes de mayo el Juzgado de lo Mercantil número 9 de Madrid declaró a Díaz Ferrán y a Pascual culpables de la quiebra de Seguros Mercurio y les impuso a ambos 15 años de inhabilitación para administrar bienes ajenos, así como el pago de 12,1 millones para cubrir las deudas de la aseguradora.