Después de varios años de trabajo, la nueva Iberia Express, filial para el corto y medio radio de Iberia, despegó ayer. La aerolínea, que previsiblemente será un modelo híbrido a medio camino entre las low cost y las tradicionales, arranca con cuatro destinos domésticos (Alicante, Mallorca, Málaga y Sevilla), a los que se irán sumando nuevas rutas hasta operar un total de 17, cinco de las cuales serán europeas (Ámsterdam, Dublín, Riga, Mikonos y Nápoles). Para este primer año de funcionamiento se prevé que alcance los 2,5 millones de pasajeros.
Durante su puesta de largo, el consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano, ha reiterado que este "ilusionante" proyecto "es fundamental", ya que debe permitir que "el corto y medio radio vuelva a ser rentable". "El modelo tradicional en esta clase de rutas es deficitario, problema que afecta a todas las compañías aéreas europeas", insiste el directivo, que recalca que "Iberia Express es una pieza absolutamente necesaria".
Ganar dinero desde el primer momento
Según detalla el consejero delegado de Iberia Express, Luis Gallego, "desde el primer momento hemos tenido claro que para competir en el complejo panorama europeo teníamos que tener unos costes dentro de la media europea, en un entorno en el que la mayoría de aerolíneas están en números rojos o incluso han quebrado". Por ello, hace hincapié en que su filosofía consistirá en "controlar los costes de forma eficiente, sostenible y garantizando la calidad del servicio".
En este sentido, Sánchez-Lozano ha ido más allá, reconociendo que el objetivo que se marca la filial de Iberia es "ganar dinero desde el primer día". Iberia cifra en 100 millones de euros los ahorros derivados del lanzamiento de esta aerolínea de cara a 2015, de los cuales el 45% procederá de los costes más bajos de plantilla, un 25% de los servicios de handling, otro 25% de ahorros en costes generales y un 5% por incremento de activos. Con una capitalización de 20 millones de euros, invertidos en su totalidad por Iberia, la compañía aérea contará inicialmente con 500 empleados y cuatro aviones, previendo llegar a las 14 aeronaves este año y aumentando progresivamente hasta 16 en 2013, 28 en 2014 y 40 en 2015.
Los billetes, que la semana pasada ya comenzaron a ser distribuidos en las agencias de viajes, no estarán disponibles en su página web y en su call center hasta mediados de esta semana, ya que para ello requiere de los códigos de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) y de la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI). No obstante, sí serán comercializados a través de Iberia, por lo que los precios serán de momento los que marque la aerolínea matriz. Próximamente, una vez obtenidas dichas licencias, lanzarán una campaña de cinco días con grandes promociones y descuentos.
Tres años después de su anuncio
En octubre de 2009, Sánchez-Lozano reveló la intención de Iberia de crear una nueva compañía aérea de ‘bajo coste’ para las rutas de corto y medio radio, con base en Madrid, para contrarrestar la competencia de las low cost en este mercado. La creación de la nueva filial sembró los temores de los diferentes colectivos de Iberia, en medio de sus respectivas negociaciones de los convenios, lo que derivó en la inclusión de cláusulas y una serie de condiciones para los tripulantes de cabina (TCP) y el personal de tierra, vinculados a esta nueva marca, en el caso de que la nueva low cost se lanzara. Con los pilotos no fue posible cerrar ningún acuerdo desde entonces. Tras 12 jornadas de huelga y ante el anuncio de 24 días más de huelga en fechas clave, la intervención del Gobierno propició un acuerdo por ambas partes para consensuar un mediador en la figura de Manuel Pimentel que facilite la negociación entre Iberia y sus pilotos.
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