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ANTE LA TERCERA FASE DE LA CRISIS

Las reservas hacia las islas griegas de alemanes y belgas se han parado por la crisis que atraviesa el país

El Turismo podría ser uno de los sectores más afectados por la tercera fase de esta larga y dura crisis

lunes 14 de junio de 2010, 01:00h

Grecia se ve afectada como destino. Las reservas hacia las islas griegas de alemanes y belgas se han parado. La causa son los efectos de la tercera fase de la crisis. El descontento popular ante los ajustes presupuestarios parece está disuadiendo de viajar a Grecia de una parte del mercado emisor alemán.

Un efecto colateral que, lejos de beneficiar a España (como se ha apuntado con notable insensibilidad), adelanta un riesgo que afecta igualmente a nuestros destinos, ante las movilizaciones convocadas por los Sindicatos mayoritarios.

Que la inestabilidad es uno de los mayores enemigos del Turismo es un hecho. Máxime si un destino sufre la progresiva frustración de sus ciudadanos hacia su principal mercado emisor, como lamentablemente está siendo el caso de griegos y alemanes.

Las razones de esta tercera crisis (tras la financiera y la económica) fueron reveladas por el ex ministro socialista Carlos Solchaga, ante los hoteleros participantes en el Congreso de CEHAT, recientemente celebrado en Santiago de Compostela. Estamos ante una tercera fase de la actual crisis global. Una fase tan crítica como la que puso en jaque al sistema financiero mundial, a raíz de las hipotecas basura, haciendo embarrancar a una parte de la economía productiva y al consumo, con un abrupto cierre del grifo crediticio, que aún persiste. Una fase bautizada como "crisis de la deuda soberana", y que cuestiona el acceso al crédito de países como Grecia o España, al exigir el pago de un interés por parte de los compradores de deuda pública que ya duplica al de Alemania. Así, a diferencia del crack del 29 —que aplicó la teoría keynesiana del endeudamiento de los estados—, en la actual crisis "los mercados" exigen que no se recurra al déficit, sino al más estricto control presupuestario.

Resulta sorprendente que "los mercados" (dominados por el sistema financiero y por su secuela, los especuladores), sean quienes impongan las nuevas reglas de ortodoxia presupuestaria. Es una paradoja que, quienes han provocado la crisis financiera (y agravado hasta el extremo la crisis económica), sean quienes exijan que sean las políticas sociales y los ciudadanos quienes paguen los platos rotos. Mientras, los Gobiernos pasan de puntillas sobre la aplicación de tasas a las operaciones financieras especulativas, y guardan un clamoroso silencio, olvidándose de la necesidad de recuperar la necesaria regulación de la Banca y de los especuladores financieros (capital riesgo incluido).

En apenas semanas, "los mercados" están obligando a Gobiernos a desmantelar parte del Estado del Bienestar que, al parecer, no había llevado a vivir por encima de nuestras posibilidades. Y el Turismo podría ser uno de los sectores más afectados por la tercera fase de esta larga y dura crisis, que azota sin tregua al consumo de viajes y vacaciones. Lo peor es que no parece razonable que quienes han causado el problema sean los más idóneos para imponer la manera de solucionarlo.

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