El cierre de Air Comet, aerolínea propiedad de Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, evidencia nuevamente la crítica situación que atraviesa el sector aéreo a escala mundial. Calificado como "el año más duro de la historia de las compañías aérea" por el presidente de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), Giovanni Bisignani, en 2009 se ha puesto en entredicho la viabilidad de numerosas aerolíneas. La bajada de los precios por parte de los billetes aéreos, la caída de la demanda y el elevado precio del petróleo han obligado a las empresas del sector a realizar drásticos ajustes de costes, así como a fusionarse con otros grupos aéreos, tal y como ha sucedido con Iberia y British Airways.
Pese a los innumerables intentos por esquivar, o al menos mitigar, el impacto de la crisis económica, la gran mayoría de aerolíneas, exceptuando algunas low cost, han abandonado la senda del crecimiento de los años anteriores, obteniendo resultados negativos en 2009. Por ejemplo, coincidiendo con el anuncio de su fusión con British Airways, Iberia confirmaba unas pérdidas de 181,9 millones de euros en los nueve primeros meses de 2009, frente a los 51,1 millones de euros de beneficios del mismo periodo de 2008. Otras aerolíneas, como Air France-KLM o la japonesa JAL, perdieron entre septiembre y abril 573 y 982 millones de euros, respectivamente.
El ‘annus horribilis’ de la aviación
De cara al cierre de 2009, IATA mantiene sus previsiones, augurando 7.560 millones de euros en pérdidas. "Ponemos fin a un annus horribilis que cierra una década de retos para la aviación, un decennius horribilis para esl sector", asegura Bisignani, recordando al mismo tiempo que las compañías aéreas han cedido 33.750 millones de euros, con un promedio de más de 3.430 millones al año. Entre los factores que han motivado estas pérdidas, además del precio del carburante y la caída de la demanda, IATA cita el descenso del flujo del tráfico business, con una caída del 14%, mientras que los ingresos de las aerolíneas por este concepto disminuyen un 30%.
Sin embargo, pese a advertir que "el rendimiento de las compañías aéreas seguirá siendo un desastre", el presidente de la Asociación se muestra confiado en que lo peor ya ha pasado, y prevé que "la demanda siga mejorando en 2010". En concreto, IATA espera que el tráfico aéreo experimente un incremento del 4,5% en 2010 y la oferta crezca un 2,8% debido a las entregas de aviones previstas. Si bien Bisignani espera que el combustible mantenga su elevado precio, aunque "los esfuerzos de las aerolíneas por ahorrar en este apartado les permitirán reducir sus costes en un 1,3%".