En un contexto donde la movilidad laboral, el teletrabajo y el bienestar son pilares de la nueva cultura profesional, Costa Cruceros se posiciona como un actor clave del turismo MICE, ofreciendo a empresas y profesionales un entorno de trabajo inédito: el mar. Su propuesta de valor no solo responde a la creciente demanda de experiencias híbridas entre trabajo y ocio (conocidas como workation), sino que además convierte sus barcos en auténticos centros de productividad, motivación y networking.
Permite acoger convenciones de más de 2.000 asistentes
Los cruceros de Costa no solo están equipados con conectividad de alta velocidad gracias a Starlink, sino que cuentan con espacios versátiles capaces de acoger desde pequeñas reuniones privadas hasta convenciones con más de 2.000 asistentes. Esto abre un nuevo abanico de posibilidades para reuniones de incentivos, lanzamientos de producto, conferencias y team buildings en un formato completamente distinto al convencional.
Este modelo de evento flotante contribuye también a desestacionalizar el turismo en los puertos de escala, generando un impacto económico positivo en múltiples ciudades costeras. Además, permite a las empresas ofrecer a sus equipos experiencias únicas que combinan cultura, gastronomía, entretenimiento y desarrollo profesional, fortaleciendo el engagement y la fidelización del talento.
Retos del trabajo contemporáneo
Costa se adapta así a las necesidades de los nómadas digitales, freelancers y empleados remotos, así como de empresas que buscan nuevas formas de motivar y cohesionar a sus equipos. Con camarotes diseñados para la concentración, zonas comunes que favorecen la colaboración informal y una oferta de ocio de primer nivel, la propuesta fusiona productividad, descanso y enriquecimiento personal, convirtiendo cada jornada laboral en una experiencia memorable.
La apuesta de Costa por el workation y los eventos corporativos a bordo demuestra que el turismo y el trabajo pueden coexistir con éxito, redefiniendo el concepto tradicional de oficina y de convención empresarial. En este nuevo paradigma, la movilidad ya no es una barrera, sino una ventaja competitiva. Y el mar, más que un destino, se convierte en el mejor entorno para trabajar, reconectar y crecer.