El MICE ha permitido incrementar la estancia media de los asistentes internacionales hasta las 4,5 noches
Este reconocimiento se traduce en cifras significativas. El turismo de congresos ha permitido incrementar la estancia media de los asistentes internacionales hasta las 4,5 noches, con un gasto medio de 1.686 euros, más del doble que el del visitante nacional. Se trata de un tipo de visitante de alto impacto, que no solo dinamiza la economía local, sino que también contribuye a la desestacionalización del turismo, uno de los objetivos clave del plan estratégico de la ciudad.
La concejala delegada de Turismo, Almudena Maíllo, ha destacado que este segmento constituye uno de los cuatro pilares fundamentales del modelo turístico madrileño, junto con el turismo internacional, el de experiencias y el de alto poder adquisitivo. En los últimos seis años, Madrid ha logrado atraer a un número creciente de viajeros, con un incremento del 88% desde 2019, y un gasto medio por visitante que supera los 12.800 euros.
La apuesta por el turismo MICE se enmarca dentro de una estrategia más amplia de posicionamiento global que también incluye el refuerzo de la conectividad aérea. Madrid aspira a consolidarse como el gran hub del sur de Europa, actuando como puente entre América y Asia. Esta mejora en la conectividad facilita la captación de grandes eventos internacionales, congresos científicos y ferias profesionales que refuerzan la imagen de Madrid como una ciudad moderna, bien equipada y capaz de ofrecer una experiencia integral a organizadores y participantes.

A este ecosistema favorable se suma el crecimiento del sector hotelero de alta gama, con un aumento del 30% en la planta de cinco estrellas en los últimos seis años. Esta expansión responde, en parte, a la alta demanda generada por el turismo de congresos, que requiere estándares elevados en materia de alojamiento, servicios logísticos y experiencia global del visitante.
Otras medidas
La estrategia municipal contempla también el refuerzo de las infraestructuras de movilidad y la descentralización del turismo, lo que permitirá que los grandes eventos que se celebran en Madrid tengan un impacto más distribuido por la ciudad. El turismo MICE se presenta así como un instrumento clave no solo para el desarrollo económico, sino también para una mayor cohesión urbana, convirtiendo a cada barrio en una pieza activa del motor turístico de la capital.
Madrid, con su firme apuesta por el turismo de congresos, se posiciona como una ciudad que no solo atrae visitantes, sino que también genera conocimiento, inversión y oportunidades de desarrollo sostenible.