Los desplazamientos laborales forman parte habitual de la vida de muchos profesionales, pero también pueden suponer un reto para la salud física y mental. Cambios en la rutina, comidas fuera de casa, largas horas sentado o la falta de descanso son solo algunos de los factores que pueden afectar al bienestar de quienes viajan por trabajo. Conscientes de esta realidad, las divisiones corporativas de Flight Centre Travel Group, FCM Travel y Corporate Traveller, se han unido a Healthwise para ofrecer una serie de recomendaciones prácticas que ayuden a los viajeros de negocios a cuidarse antes, durante y después de cada desplazamiento.
A medida que los viajes de trabajo mantienen su ritmo habitual, con profesionales acudiendo a reuniones, ferias y congresos, también crecen los desafíos para mantenerse saludable. No es raro enfrentarse a un vuelo a primera hora seguido de una jornada intensa de trabajo, lo que puede reducir notablemente los niveles de energía. A esto se suman los trayectos largos, que implican inactividad prolongada, y las comidas poco equilibradas que dificultan el mantenimiento de hábitos saludables.
Pequeñas acciones clave
Para contrarrestar estos efectos, FCM y Healthwise han combinado su experiencia en bienestar y movilidad corporativa para identificar pequeñas acciones con un gran impacto en la salud durante los viajes. Todo empieza con una buena preparación: la noche anterior al vuelo es clave para organizarse, empacar un tentempié saludable, descansar adecuadamente y revisar el trayecto al aeropuerto para evitar imprevistos. Esta rutina previa ayuda a reducir el estrés y afrontar el día de viaje con mayor serenidad.
Una vez en el aeropuerto y durante el vuelo, la selección del asiento también puede marcar la diferencia. Elegir una ubicación en el pasillo permite levantarse y estirar las piernas cuando sea posible, ayudando así a activar la circulación y prevenir molestias. Evitar la cafeína y el alcohol durante el trayecto es otra recomendación importante, ya que ambas bebidas, combinadas con el bajo nivel de humedad en cabina, aumentan el riesgo de deshidratación. En su lugar, es preferible optar por agua embotellada o, en vuelos largos, incorporar tabletas de hidratación con electrolitos para mejorar la absorción de líquidos.
Mantener una dieta equilibrada y moderada es esencial para conservar la energía
En cuanto a la alimentación, mantener una dieta equilibrada y moderada es esencial para conservar la energía durante todo el día. Aunque las opciones tentadoras no falten en los buffets o restaurantes, conviene evitar los alimentos con azúcares procesados que provocan picos y caídas bruscas de energía. Apostar por comidas con proteínas magras, vegetales y cereales integrales es lo ideal, sin renunciar a un pequeño capricho si aún queda espacio y se desea calmar algún antojo.
Otro aspecto clave es mantenerse en movimiento. Incorporar actividad física al viaje no solo mejora la forma física, sino que también ayuda al cuerpo a adaptarse mejor al nuevo entorno. Desde caminar por el aeropuerto tras el check-in, hasta realizar ejercicios sencillos como sentadillas o abdominales en la habitación del hotel con la ayuda de bandas de resistencia, cualquier movimiento cuenta. Finalmente, y no menos importante, es esencial cuidar la higiene personal para prevenir infecciones, lavándose las manos con frecuencia, limpiando superficies de contacto como bandejas o reposabrazos, y siendo cuidadoso al toser o estornudar.
Como señala Tod Horton, líder global de Healthwise, cuidar de la salud durante los viajes no tiene por qué ser complicado. A veces, pequeños gestos, como caminar por el avión o beber más agua, pueden marcar la diferencia. En definitiva, se trata de adoptar una actitud consciente hacia el bienestar y encontrar el equilibrio, incluso cuando se está lejos de casa.
