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SE DEBERÍA INCENTIVAR EL TURISMO EN OTRAS ÉPOCAS

El Sector Turístico de Valencia requiere de nuevas estrategias tras la DANA

Efectos de la DANA.
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Efectos de la DANA.
martes 12 de noviembre de 2024, 07:00h
Tras los efectos devastadores de las últimas semanas, el sector público y privado deben replantear su posición. La inversión en infraestructura resiliente, la diversifación de la oferta y planes de emergencia concretos son clave.

La frecuencia de estos fenómenos obliga a replantear la estrategia turística de estos destinos

El episodio de DANA ocurrido el 29 de octubre de 2024 dejó efectos devastadores en la provincia de Valencia, particularmente en las localidades de Chiva, Paiporta y Algemesí, que enfrentaron inundaciones severas, y sobre todo, la muerte de más de 200 personas y la destrucción total de pueblos enteros. Las lluvias intensas y el desbordamiento de ríos inundaron barrios enteros, dañaron infraestructuras y causaron daños en la vida de miles de personas. La industria turística, que depende de la accesibilidad y de la infraestructura en buen estado, se ha visto seriamente afectada: las reservas en hoteles y restaurantes disminuyeron, y las playas, un atractivo clave, sufrieron daños, erosión y acumulación de escombros.

La reciente visita de los miembros del Tourism and Society Think Tank a las localidades de la provincia de Valencia afectadas ha permitido cerciorar la urgencia de fortalecer la resiliencia de la industria turística ante el cambio climático y de adoptar nuevas estrategias de adaptación. La frecuencia de estos fenómenos obliga a replantear la infraestructura, las ofertas turísticas y la forma de gestionar la actividad económica en las épocas de mayor riesgo. Las inversiones en infraestructura resiliente, la diversificación de la oferta turística y la capacitación en protocolos de emergencia son pasos necesarios para minimizar el impacto de futuras DANAs y garantizar que Valencia siga siendo un destino atractivo y seguro.

Teniendo en cuenta que la DANA afecta a Valencia principalmente en otoño, se trata de una época en la que la región recibe aún un flujo considerable de turistas. Las intensas lluvias, las inundaciones y los fuertes vientos repercuten directamente en la actividad turística en varios aspectos. En primer lugar, los expertos apuntan a las cancelaciones y los retrasos. Ante las condiciones climáticas adversas, los turistas tienden a cancelar o posponer sus viajes. Además, los aeropuertos y estaciones de tren experimentan retrasos y cancelaciones, lo que afecta a los viajeros tanto nacionales como internacionales. Esto se traduce en pérdidas significativas para hoteles, operadores turísticos y comercios locales.

También se producen daños en infraestructura: las inundaciones dañan carreteras, puentes y redes de transporte público, lo que dificulta el acceso a destinos turísticos. La región enfrenta un elevado costo económico no solo por los daños en infraestructura, sino también por la reducción de la accesibilidad de Valencia como destino turístico. Por otra parte, Valencia es conocida por sus playas, parques naturales y atracciones al aire libre, que son especialmente vulnerables a estos fenómenos. Las playas suelen experimentar erosión y acumulan basura y escombros, lo que deteriora su atractivo y demanda mayores esfuerzos de limpieza y restauración.

Por último, los hoteles, restaurantes y comercios también se ven afectados por las inundaciones, con pérdida de inventario y daños estructurales. Estos impactos no solo generan un costo adicional, sino que también perjudican la experiencia de los turistas y, en última instancia, afectan la imagen de Valencia como destino seguro y confiable. En cómputo global, cada episodio de DANA implica pérdidas millonarias para la industria turística de Valencia. Las cancelaciones, los cierres temporales de servicios y los gastos de limpieza y reparación representan un coste significativo para el sector privado y también una carga financiera para el gobierno, que debe destinar recursos para restaurar la infraestructura pública.

Estrategias para afrontar estas situaciones

Los efectos a corto plazo de la DANA son evidentes: los turistas evitan la región en épocas de lluvias, lo que impacta negativamente en la economía local y en los empleos que dependen del Turismo. Para enfrentar los efectos de la DANA, las autoridades locales y el Sector Turístico ya están adoptando diversas estrategias con el objetivo de reducir su vulnerabilidad y mejorar su capacidad de respuesta ante estos eventos extremos.

En este sentido, la inversión en infraestructura resiliente es clave, al igual que la construcción de sistemas de drenaje más eficientes, barreras protectoras en zonas costeras y la renovación de infraestructura en áreas vulnerables son medidas esenciales. Estas inversiones ayudan a minimizar los daños y a garantizar una recuperación más rápida de las áreas turísticas afectadas. Por su parte, los planes de emergencia específicos para el Sector Turístico permiten que los hoteles y atracciones gestionen mejor los episodios de DANA. Estos planes incluyen capacitación para el personal, el establecimiento de zonas seguras para los visitantes y sistemas de alerta temprana para reducir riesgos.

La diversificación de la oferta es fundamental para mitigar las pérdidas durante las DANAs. Promover actividades en espacios cerrados, como museos, galerías y recorridos gastronómicos, ayuda a mantener el interés turístico en condiciones climáticas adversas. Por último, incentivar el Turismo en épocas menos propensas a fenómenos meteorológicos como la DANA puede reducir el impacto de estas tormentas en la afluencia de visitantes. Esto no solo disminuye la exposición de los turistas a condiciones peligrosas, sino que también genera ingresos de forma más estable a lo largo del año.