El trabajo de los agentes es fundamental a la hora de informar a los clientes
El Sector de los viajes está cada vez más activo y eso es notable en la cantidad de reservas que registran todos los actores presentes en él. Actualmente, los turistas exigen con más frecuencia una mayor autenticidad en los recorridos y los itinerarios, para poder conocer en profundidad las culturas de otros países.
Sin embargo, esto puede actuar en su contra ya que puede darse un choque cultural con algunas regiones internacionales. Según PhocusWire, algunos viajeros consideran "demasiado auténticas" ciertas experiencias gastronómicas en países asiáticos como Vietnam. "Esta situación desencadenó una sana discusión en nuestro equipo sobre el equilibrio entre ofrecer experiencias auténticas y ser conscientes de las diversas sensibilidades de nuestros huéspedes", afirma Matthijs Keij, director ejecutivo de la empresa de viajes Withlocals.
“Los recorridos fuera de lo común están diseñados para mostrar las realidades sin filtrar de la vida local, que a veces pueden incluir aspectos que resultan sorprendentes o desafiantes para los viajeros”, añade. Es ahí donde aparece la cuestión de la responsabilidad, la cual se debate entre si deben tenerla las agencias y turoperadores o los propios viajeros: "En realidad, no existe una respuesta correcta o incorrecta, hay muchos detalles que entran en juego aquí; la línea entre autenticidad y sensibilidad es delicada".
Desde CEAV, José Manuel Lastra, vicepresidente ejecutivo, asegura que "viajar a veces supone enfrentarte a choques culturales para los cuales el viajero debe estar preparado. En dicha preparación, intervenimos también las agencias de viajes y los turoperadores, explicando con la mayor profusión posible a nuestro cliente que es lo que va a encontrar en el destino o en una actividad en concreto".
No obstante, aclara que "el propio viajero también debe indagar y prepararse antes del viaje. Es lo que podemos llamar la pre-experiencia y que también enriquece la vivencia, prolongándola en el tiempo, en este caso en el que antecede al viaje en sí".
Importancia en ambos sentidos
En esto, concuerda Madeline List, analista de investigación senior de Phocuswright: "La responsabilidad de prepararse para encontrar culturas desconocidas recae tanto en los operadores turísticos como en los viajeros, y de diferentes maneras". Para ella, la función del turoperador en destino es clave, "es extremadamente útil para los operadores turísticos estar allí para preparar a las personas para lo que podrían encontrar y brindarles algo de contexto, algunos consejos y, con suerte, también algunos antecedentes culturales más ricos porque son los expertos locales".
Sin embargo, también achaca a los viajeros cierta responsabilidad: "Cuando vas a un lugar extranjero, entiendes que es un lugar que no refleja tu propia educación cultural ni tus propios valores culturales". Según el informe 'Más allá del cambio climático: sostenibilidad cultural y económica en los viajes' de Phocuswright, entre el 40% y el 51% de los viajeros creen que "tienen la responsabilidad principal" de respetar las formas de vida y las tradiciones locales.
"El Turismo relacional es cada vez más demandado por aquellos clientes que buscan una relación más directa, profunda e intensa con el territorio y con los locales del mismo, tratando de tener incluso una experiencia inmersiva con las tradiciones y costumbres locales. Más allá de ello, todos los viajeros debemos esforzarnos por adaptarnos al destino que vamos a visitar, respetando su forma de vida", declara Lastra.
En este caso, lo que un viajero podría esperar de una experiencia, comienza con la descripción que hace el operador de lo que podría ser un recorrido: "Para ello, es imprescindible un conocimiento previo en el que también influimos los profesionales de las agencias de viajes".