Muchos propietarios están optando por alquilar sus viviendas para uso turístico
La vivienda turística lleva utilizándose de manera creciente en España desde hace aproximadamente una década gracias a plataformas como Airbnb. Sin embargo, su uso está suponiendo un gran foco de problemas en diferentes frentes y regiones, centrados sobre todo en su falta de regulación, en la gentrificación que produce y en la consecuente turismofobia. Cabe destacar que el número de viajeros que se hospedó en viviendas turísticas en España hasta septiembre ha aumentado un 40%, pese a ello los hoteles concentraron el 66% de los turistas que visitaron España hasta dicho mes, según los últimos datos del INE.
En este sentido, Canarias es el destino preferido en apartamentos, con más de 1,9 millones de pernoctaciones; Baleares tiene la mayor ocupación, con el 83,2% de los apartamentos ofertados. Por zonas turísticas, la Costa Blanca es el destino más elegido, con 750.223 pernoctaciones, y la Isla de Lanzarote presenta el mayor grado de ocupación, con un 87,1% de los apartamentos ofertados.
Para Ramón Estalella, secretario general de CEHAT, hay un problema de competencia: "Las administraciones públicas son las culpables de haber creado una distorsión de esta exigiendo actividad y requisitos diferentes. Es incomprensible y, sin echar culpa a las plataformas, la administración lleva mirando hacia otro lado desde que empezó el fenómeno, sin ser capaces de entender el problema ni las irregularidades que existen". Desde la Confederación hotelera, consideran que el mercado está muy regulado, pero en este aspecto "no han tenido soluciones inteligentes y ahora es difícil de resolver".
Según el 'Observatorio de la vivienda de uso turístico en Cataluña 2022' apoyado por la Federación Catalana de Apartamentos Turísticos, el impacto económico de los viajeros españoles en viviendas de uso turístico de Cataluña ascendió a 2.649,9 millones de euros en 2022. Además, señalan que el 49,1% de los viajeros opta por pernoctar en una vivienda de uso turístico tras compararlo con otros tipos de alojamiento como hoteles o apartahoteles. De hecho, un 42,1% de los usuarios busca alojamiento, única y directamente, en esta modalidad.
El estudio también revela que la utilización de estas viviendas turísticas va in crescendo: en 2022 se usaron una media de 3,5 veces por persona al año, mientras que en 2019 la cifra era de 1,2. La intención de los viajeros de alojarse en ellas también aumenta, pasando de un 69,6% en 2019 a un 84,1% en 2022.
Por su parte, Estalella señala cuatro niveles de admnistraciones que no han hecho frente a la problemática. "La Unión Europea no ha querido regular y ha terminado regulando ahora; las administraciones nacionales que tenían que abordar aspectos del derecho laboral, fiscalidad, transparencia y protección de consumidores no han hecho nada y ahora empiezan a pensar qué hacer; las administraciones autonómicas con competencias en Turismo tampoco han hecho nada; y por último, los ayuntamientos". Respecto a estos, aclara que algunos han regulado, "pero muy poco, insuficiente y de manera distinta".
"Existe una dejación absoluta por parte de la administración, no está nada regulado en ningún sentido", añade. En este caso, las viviendas turísticas no pagan IVA, aún tratándose de una actividad económica como otra cualquiera. El secretario general también avisa que "si este tipo de situaciones no están ordenadas y reguladas, cuando una administración pública pone como éxito el número de turistas que llega a un país, se crea un problema de trabajo legal y fiscal, sobre todo en los destinos con mayor afluencia".
Gentrificación y turismofobia
Por otro lado, la menor oferta de viviendas en venta o en alquiler, fundamentada en malas experiencias con inquilinos, y la inflación han hecho que los precios suban. En base a esto, muchos propietarios están optando por alquilar sus viviendas para uso turístico ya que obtienen una mayor rentabilidad y todo ello está afectando gravemente a las poblaciones locales donde se sitúan estos apartamentos.
Los ciudadanos se encuentran en barrios con una alta masificación turística y donde es muy complicado alquilar o comprar vivienda. Por tanto, el proceso de gentrificación de ciertas áreas se encuentra muy avanzado, lo que deriva en una turismofobia creciente por parte de los ciudadanos españoles.
"Tiene que darse ya una solución porque son los residentes y las poblaciones locales las que necesitan esta ordenación. Las camas hoteleras han crecido alrededor de un 1% en 20 años y, ahora en el mercado, la oferta de vivienda turística es mayor que la de hoteles. Nosotros no demonizamos el fenómeno, todos estos problemas de saturación y turismofobia no están producidos por los hoteles", concluye Estalella.
Respecto a esto y siendo una de las regiones más afectadas, el Gobierno de Canarias se encuentra ya en un proceso de consulta pública para sacar adelante una nueva ley en pro de la ordenación de las viviendas turísticas. Actualmente, hay 47.000 viviendas y 197.000 camas, y la oferta de alquiler vacacional no para de crecer. Así que todos los sectores de la sociedad tendrán hasta el próximo 26 de noviembre para aportar su perspectiva.
La consejera de Turismo y Empleo, Jéssica de León, asegura que la futura ley nacerá del diálogo y buscará el consenso. También afirma que “protegerá a los pequeños propietarios y pondrá coto a la oferta irregular”. La aprobación de la norma se prevé en 2024, una vez superado el trámite parlamentario.