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Aviones más grandes y un 11% menos de vuelos por ruta en pro del rendimiento

Avión en pista de aterrizaje.
Avión en pista de aterrizaje.

La temporada estival, en la que la demanda ha aumentado considerablemente, ha acentuado los cuellos de botella en los aeropuertos.

jueves 27 de julio de 2023, 07:00h

En este último año, se ha observado un incremento en el rendimiento de las compañías aéreas

La consultora Oliver Wyman ha publicado los resultados de su Airline Economic Analysis 2022-2023, el cual por tercer año consecutivo plasma las circunstancias operativas más reseñables del Sector aéreo. En este sentido, el difícil contexto internacional vivido en los últimos tres años ha afectado a las operaciones de las aerolíneas, que han visto reducida su rentabilidad. Entre los mayores problemas relacionados con este escenario, se encuentran el aumento de los costes laborales, que han acabado provocando una escasez de mano de obra en el Sector y una inflación al alza que está aumentando los gastos de explotación, sobre todo del combustible.

Otra consecuencia marcada por la situación geopolítica es la acusada disminución de los viajes de negocios debido a un cambio de hábitos adoptado desde la pandemia, donde prevalecen las reuniones por videollamada frente a los encuentros presenciales por su comodidad, rapidez y el ahorro de costes que supone para las empresas.

A pesar de todo lo anterior, en este último año se ha observado un incremento en el rendimiento de las compañías aéreas gracias a las medidas implementadas como solución a los déficits que presenta el Sector en la actualidad. Aunque algunos de ellos continúan siendo un reto para las aerolíneas, como la falta de puntualidad o las dificultades para satisfacer las necesidades de los pasajeros por la escasez de personal.

Cabe destacar que se ha generado una subida de un 64% en los ingresos mundiales por pasajero-kilómetro (RPK) este último año frente a los datos del 2021. Sin embargo, el tráfico diario de pasajeros en los aeropuertos, en general, aún no ha alcanzado los niveles de 2019, situándose un 32% por debajo.

En concreto, la demanda europea de vuelos en 2022 se situó un 22% por debajo de los datos alcanzados en 2019. Mientras que la estadounidense consiguió alcanzar una mayor recuperación en diciembre de 2022, situándose a solo un 8% por debajo de las cifras de 2019. A pesar de aparentar ser una buena noticia para las aerolíneas americanas y europeas, el auge ha venido acompañado de ciertas complicaciones difíciles de gestionar, como la complejidad para satisfacer esa demanda y las largas colas de facturación y seguridad, además de retrasos en la recogida de equipaje.

De hecho, durante la temporada estival, se han acentuado los cuellos de botella que han ido surgiendo en aeropuertos de todo el mundo, haciendo evidente la acusada desproporción de trabajadores en comparación con el número de viajeros.

Mejora del rendimiento

Por otro lado, en 2022 las aerolíneas trataron de buscar soluciones que les permitieran cubrir el aumento de la demanda tras la pandemia, a la vez que trataban de obtener el máximo rendimiento posible durante sus operaciones. Por este motivo, la mayoría de las compañías optaron por la búsqueda de la eficiencia con el fin de aumentar su participación en el mercado.

Para cumplir con este objetivo, optaron por rentabilizar más sus operaciones, agrupando en aviones más grandes a un mayor número de pasajeros. De esta manera, se cubre casi el mismo volumen de pasajeros por vuelo que antes de la pandemia, pero con una menor frecuencia de vuelos por itinerario.

Además, el elevado coste del combustible ha supuesto el encarecimiento del precio del servicio regional por billete. Por lo tanto, cuando la demanda es alta, los aviones más grandes acaban siendo los más económicos, porque permiten reducir costes y optimizar los viajes realizados por las compañías. Así, en términos globales, se ha producido una reducción del 11% en el número de vuelos, mientras que el número de asientos o capacidad por avión ha aumentado un 4%.