Ubicado en un antiguo vagón que ha sido rehabilitado siguiendo la estética del emblemático tren Orient Express y de los vagones restaurantes que atravesaban Europa en los años 20, Canfranc Express es el nuevo proyecto gastronómico del hotel Canfranc Estación, a Royal Hideaway Hotel. Su principal objetivo, según señalan desde Barceló Hotel Group, es "recuperar el legado culinario aragonés y despertar la emoción a través de sabores y productos típicos de la región mediante técnicas de vanguardia, preservando en todo momento la esencia de la mejor cocina local".
Se trata de un viaje gastronómico exclusivo para solo 12 comensales que habla de la historia de la Estación Internacional de Canfranc, como punto de partida y que llevará al viajero a una experiencia hacia nuevos destinos.
Un homenaje al pasado histórico de la estación
El primer pase de la carta lo protagoniza un aperitivo inspirado en un plato que se elaboraba a finales del siglo XIX en el valle del Aragón: un consomé clarificado de las migas del pastor con cebolleta y semillas de tomate. Le siguen otros platos con fuerte arraigo a la tierra, entre los que destacan la Pintada y remolacha, con pintada salvaje criada en Los Monegros; La Trilogía del Ternasco, una secuencia de tres pases en la que el cordero del Pirineo es el protagonista, en homenaje a la cocina francesa y al pasado histórico de la estación como punto de unión entre España y el país vecino.
Como colofón final, un prepostre vegetal: Pataca, apionabo y amargos. Se trata de un namelaka de apionabo con helado de tupinambo y aire de cerveza. Además, todos los platos se maridan con una selección de vinos que buscan la perfecta armonía para crear una experiencia gastronómica única.
Un proyecto liderado por Eduardo Salanova y Ana Acín
Además de Canfranc Express, Eduardo Salanova y Ana Acín son los responsables de todo el proyecto gastronómico del hotel que incluye El Internacional, el restaurante principal del hotel, que ofrece una experiencia gastronómica informal y divertida. Un espacio donde el huésped tiene la posibilidad de descubrir la cocina aragonesa a través de recetas tradicionales de la alta montaña fusionadas con influencias de algunos de los destinos en los que ha vivido el chef Eduardo Salanova.
El restaurante 1928, ubicado en otro antiguo vagón contiguo a Canfranc Express y que abrirá próximamente sus puertas, es un homenaje al largo viaje en tren que se realizaba desde los valles del Pirineo Aragonés hasta llegar al París de los años 20. Un reconocimiento, además, a la lucha por la apertura de la vía de tren que unía ambos países.