Tal y como lo confirmaba hace un par de semanas la ministra de Sanidad, Carolina Darias, se anunciaba la eliminación de la obligatoriedad de las mascarillas en el transporte público. Dicha medida se aplicaba ayer 7 de febrero en el Consejo de Ministros. Gracias a esto, España deja de ser el único país de la Unión Europea que mantenía esta norma.
La eliminación de esta medida llega tras casi dos meses de protestas del Sector
Esto era resultado de la crítica conjunta que había realizado el Sector del Transporte y del Turismo durante prácticamente un mes y medio. Los diferentes agentes del Sector calificaban de absurda la posición de mantener dicha medida, teniendo en cuenta que hasta los propios expertos no emitían un pronunciamiento contrario.
En este sentido, el presidente de la Mesa del Turismo de España, Juan Molas, ha querido mostrar su satisfacción por la aplicación final de esta medida. "Celebramos que por fin se haya modificado la obligatoriedad del uso de las mascarillas, sobre todo en el transporte público, pero en concreto dentro del mundo de la aviación. Fundamentalmente, debido a la competencia que se había generado entre las compañías españolas y el resto, que ya habían abolido dicha medida".
El problema respecto a otras compañías
El presidente de la Mesa del Turismo de España también afirmaba que "este hecho perjudicaba seriamente a las compañías aéreas españolas, hasta el punto de que había miles de clientes que escogían a otras aerolíneas para viajar a España por la incomodidad de las mascarillas".
El Sector lo ha tenido claro desde el principio: mantener las mascarillas era 'absurdo'
Molas resalta la gravedad de los hechos: "Teniendo en cuenta además de que los expertos nos han indicado varias veces que, dentro del avión, es donde menos peligro de contaminación hay debido al sistema de refrigeración existente. Por lo que, sin duda, celebramos que sólo deban llevar mascarillas las personas que quieran hacerlo voluntariamente".
Este sistema de refrigeración, que a su vez renueva también el aire, consigue mantener un nivel de pureza y seguridad bastante elevado para los pasajeros de los aviones. Un hecho que ayudaba ya anteriormente a confiar en las compañías aéreas como medio seguro de viaje respecto a la Covid-19.