La Unión aprobó esta iniciativa siguiendo el acuerdo político de los ministros de Exteriores, que discutieron esta cuestión en Praga la semana previa a propuesta de los socios bálticos y Finlandia.
En la práctica, esta decisión significa que la tasa de solicitud de visado costará 80 euros, desde los 35 euros actuales, será necesario presentar más documentos, habrá mayores tiempos de tramitación y reglas más restrictivas para la emisión de permisos de entradas múltiples.
Además, la Comisión Europea permitirá a los Estados miembros para imponer restricciones adicionales y denegar la entrada a personas que consideren un riesgo para su seguridad. En este sentido, los gobiernos de Estonia, Letonia, Lituania y Polonia anunciaron una prohibición "temporal" de entrada a estos países de ciudadanos rusos. No obstante, permitirán excepciones, como razones humanitarias y familiares, camioneros y diplomáticos.
A las aerolíneas rusas ya se les ha prohibido utilizar el espacio aéreo de la UE desde que Rusia invadió Ucrania en el mes de febrero.