El aeropuerto central de los Países Bajos restringiría sus operaciones a 440.000 vuelos por año, lo que supondría un recorte del 20%. Se espera que la medida entre en vigor en noviembre de 2023.
"Los planes del gabinete, tal como se presentan ahora, generan una gran incertidumbre y aún queda mucho por aclarar. Vemos que se están tomando grandes riesgos con respecto a la calidad de la red", han señalado desde el aeropuerto holandés. En este sentido, Schiphol ha mostrado su intención de trabajar con el Gobierno y las aerolíneas en un "enfoque bien pensado" para reducir el ruido y la contaminación.
La organización de aeropuertos ACI Europa ha reaccionado con consternación
Por su parte, KLM ha asegurado que la medida tendría "consecuencias dramáticas" para la aerolínea y para la "accesibilidad de los Países Bajos". Asimismo, la aerolínea ha señalado que "La decisión está en conflicto con el acuerdo de coalición del gobierno de tres maneras diferentes: no coincide con el deseo de mantener una función de centro fuerte para nuestra economía nacional; no apoya la empresa nacional; y no logra mejorar nuestra calidad de vida y clima".
Igualmente, la organización de aeropuertos ACI Europa ha reaccionado con consternación ante la decisión del gobierno holandés y ha calificado la conectividad aérea de Schiphol como "un gran beneficio para los Países Bajos en varios niveles".