La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) asegura que cuando a los viajeros se le dan libertades para volar o irse de vacaciones,
la demanda reprimida se traduce en hechos y los turistas viajan. "Cuando la gente tiene la libertad de volar, la aprovecha", destaca su director general, Willie Walsh, haciendo referencia al buen comportamiento del tráfico aéreo en abril en el mercado nacional. A este respecto, pese a que la demanda interna descendió un 25,7% respecto a los niveles precrisis,
mejoró mucho respecto a marzo de 2021, cuando el tráfico nacional descendió un 31,6%.
La demanda exterior se desplomó un 87%, casi idéntica al descenso del 87,8% de marzo
Esta tendencia no se observa en la demanda internacional, debido a que el mundo aún continúa muy restringido. Esta se desplomó un 87,3% una cifra prácticamente idéntica al descenso del 87,8% registrado en marzo. "Lamentablemente, esa libertad todavía no existe en la mayoría de los mercados internacionales", explica Walsh, aunque se muestra convencido de que "cuando la haya, estoy seguro de que veremos un resurgimiento similar de la demanda".
En este sentido, un mes más las compañías aéreas que más se desploman son las de Asia-Pacífico, con un 94,4% menos de actividad en comparación con abril de 2019. La región experimentó los descensos de tráfico más pronunciados por noveno mes consecutivo. Muy cerca se encuentran las aerolíneas europeas, que, con un descenso del tráfico de un 87,7%, mantuvieron la línea del mes de marzo. La capacidad cayó un 78,2% y el factor de carga bajó 37,3 puntos, hasta el 48,4%.
