Su mayor esperanza en estos momentos es la prórroga de los ERTE hasta septiembre
Pero la gran preocupación del sector radica en el principal mercado emisor internacional, el británico, un cliente fidelizado y con un elevado consumo en destino, y que en 2019 tuvo un peso del 27% del total de pernoctaciones en la provincia de Málaga, y cuyo país mantiene las restricciones hacia España provocando confinamiento al regreso y mayores costes de desplazamientos al tener que soportar pruebas PCR, máxime cuando no existen garantías aún por parte del Reino Unido de cambio de estado a luz verde en la próxima revisión prevaleciendo criterios políticos sobre los económicos.
Desde la óptica empresarial hotelera, y en referencia al levantamiento de restricciones en territorios como el español, de nada sirve que el país receptor abra fronteras si los mercados emisores ponen restricciones, concluyendo que la reciprocidad en cuanto accesibilidad hacia los destinos, es necesaria e imprescindible para poder acoger turistas. Además, las previsiones de ocupación no son un termómetro real, puesto que, en situaciones de pandemia, las políticas de cancelación son menos restrictivas.






