El estudio pone de manifiesto el impacto de la pandemia de la Covid-19 en el sector hotelero balear, que registró el pasado año un 87% menos de turistas. No obstante, el Turismo Doméstico representó el 30% de la demanda total frente al 8% de años anteriores.
El Turismo Doméstico representó el 30% de la demanda total frente al 8% de años anteriores
Tonia Vera, directora regional de CBRE en Palma de Mallorca comenta: “A pesar del alivio de las restricciones en mayo de 2020, muchos hoteles decidieron no reabrir debido a la baja demanda hotelera. Esto se tradujo en cerca de 170.000 camas disponibles en agosto, distribuidas en aproximadamente 675 establecimientos hoteleros, lo que supone la mitad de la oferta disponible un año antes”.
En este sentido, la tasa de ocupación media en las Islas Baleares se situó en un 35,2% de las habitaciones disponibles en 2020, un 53,7% menos que en 2020. Asimismo, la contracción de la demanda provocó la caída de la tarifa media del destino en un 13,1%, hasta los 82,4 euros. Como consecuencia de estos descensos, el ingreso medio por habitación disponible se contrajo un 56% respecto al ejercicio anterior.
Tonia Vera señala los factores clave para la progresiva recuperación del sector: “El nivel de actividad turística este año dependerá de la evolución del plan de vacunación y de las restricciones a la movilidad, tanto en España como en los principales países emisores. No obstante, la recuperación total del sector no se alcanzará hasta al menos 2023”.
Reactivación de la actividad inversora
A pesar del descenso de la inversión hotelera a nivel nacional, que cayó un 59% hasta los 1.000 millones de euros, se registraron transacciones relevantes en el último trimestre de 2020, como la venta del Hotel Formentor en Mallorca. Vera señala: “Esta importante operación junto con otras transacciones registradas en las islas situaron a Baleares como la región española con mayor actividad hotelera, al acaparar el 33% de la inversión a nivel nacional. La reactivación de la actividad inversora registrada a finales de 2020 nos invita a pensar que seguirá incrementándose en los próximos meses”.
Según el informe de CBRE, la necesidad de algunos propietarios de desprenderse de sus activos por el freno de la actividad operativa y la incertidumbre en el mercado, y el interés que siguen mostrando los inversores, especialmente los institucionales, por el sector hotelero español incrementará la confluencia de las expectativas de compradores y vendedores. “Todo ello permite augurar una actividad transaccional considerablemente superior durante el 2021, que se acelerará especialmente a partir del segundo semestre, siempre y cuando los inversores no exijan grandes descuentos”, manifiesta Vera.
Del informe se desprenden también algunas de las tendencias que van a marcar el sector hotelero, como la reactivación de alianzas estratégicas para ganar competitividad, así como el desarrollo de productos adaptados a las nuevas necesidades de los clientes, como zonas de coworking en los hoteles o conceptos de Food and Beverage que atraigan al público local.