Ryanair espera que este año 2021 sea el año de las oportunidades pese a las graves consecuencias que sigue provocando el Covid-19. Según explican desde la aerolínea, "esperamos que la capacidad intraeuropea se reduzca significativamente durante los próximos años, lo que creará oportunidades de crecimiento para para aprovechar los incentivos de recuperación". Del mismo modo, esperan tener una base de costes mucho más baja, lo que, según informan, permitirá financiar tarifas más bajas y añadir aviones de menor coste para capitalizar las numerosas oportunidades de desarrollo que estarán disponibles en todos los mercados de Europa, especialmente allí donde las aerolíneas de la competencia han recortado sustancialmente su capacidad, o han fracasado.
Desde la aerolínea concluyen que el balance sigue siendo uno de los más sólidos del sector, con 3.500 millones de euros de efectivo
No obstante, pese a este escenario de oportunidades, Ryanair asegura que el año fiscal 2021 seguirá siendo "uno de los más difíciles de los 35 años de historia". Así, las previsiones para el cuarto trimestre siguen siendo limitadas debido a las inciertas y constantemente cambiantes restricciones, y estiman unas pérdidas netas de entre 850 y 950 millones de euros hasta el cierre en el mes de marzo. Del mismo modo, lamentan que esta nueva paralización de la actividad reducirá el tráfico previsto para el año fiscal 2021 a entre 26 y 30 millones de pasajeros".
No obstante, pese a este escenario tan aciago, desde la compañía aérea de ‘bajo coste’ aseguran que seguirán trabajando para salir del atolladero lo antes posible. "Trabajaremos asiduamente con nuestros socios aeroportuarios y del Gobierno para restablecer las rutas y recuperar el tráfico en beneficio de nuestros aeropuertos, nuestros clientes y nuestra gente, al tiempo que tratamos de dar prioridad a la recuperación de los puestos de trabajo y los salarios de nuestros empleados", explican.
Un cierre de 2020 para olvidar
Por otra parte, Ryanair también ha publicado los datos de su tercer trimestre fiscal, que finalizó el 31 de diciembre. Durante este periodo, los ingresos cayeron un 82%, hasta los 340 millones de euros, ya que el tráfico se redujo un 78%, hasta los 8,1 millones de pasajeros transportados. No obstante, celebran que los ingresos complementarios registraron un sólido rendimiento, ya que un mayor número de pasajeros eligió el embarque prioritario y los asientos reservados.
Finalmente, desde la aerolínea concluyen que el balance sigue siendo uno de los más sólidos del sector, con 3.500 millones de euros de efectivo a 31 de diciembre. Asimismo, destacan que aproximadamente el 80% de la flota en propiedad está libre de cargas (con un valor contable de más de 7.000 millones de euros). "Desde marzo de 2020, el Grupo ha reducido el consumo de efectivo recortando los costes, participando en los planes de apoyo a las nóminas del Gobierno de la UE, cancelando las recompras de acciones y aplazando las inversiones no esenciales", señalan. Así, tras el éxito de la captación de fondos (colocación de acciones de 400 millones de euros y eurobonos de 850 millones de euros) en septiembre, aseguran estar "bien financiados", y tienen previsto reembolsar más de 1.500 millones de euros de deuda en los próximos seis meses.