Lucen una decoración refinada y son un ejemplo de lujo clásico
La inauguración de este hotel consagrado al lujo responsable tuvo lugar en 1977; dos años después, fue distinguido con el Premio Internacional de Arquitectura. Manrique cogió las riendas de la hermosa —y famosa— piscina (con una superficie de 1.800 metros cuadrados), del diseño de los impresionantes jardines tropicales —con más de 300 especies vegetales— y de los frescos y esculturas que dan color y calor al edificio e interiores. Hoy, tras una cuidada rehabilitación integral y redecoración de los espacios, sus 272 habitaciones y sus nuevas diez Villas cuentan con todos los detalles de confort y tecnología, así como un estilo elegante que combina con la luminosidad del mar, lo que permite a cada una de las estancias poder estar conectadas con el exterior y el entorno.
Las recién inauguradas Villas The Level, verdaderos refugios para el descanso, lucen una decoración refinada y son un ejemplo de lujo clásico. Como parte de estos grandes espacios, y en un ambiente siempre privado, destacan los jardines inspirados en la naturaleza de Lanzarote, con plantas autóctonas y paredes hechas de piedra volcánica natural. El servicio The Level de Meliá Salinas abre las puertas a un universo exclusivo en la zona privada de las Villas, con una atención absolutamente personalizada en función de cada cliente, piscina y jardín y experiencias a medida, degustación de menús especiales y la inmensa tranquilidad de saberse dentro de un paraíso.
Rodeado de las magníficas playas de Costa Teguise y, de pueblos ricos en cultura y encanto, la alta gastronomía es otro de los atractivos en el que se combina cocina internacional, mediterránea y, por supuesto, canaria de autor llamada a reinterpretar clásicos como las papas arrugás con mojo, sancocho, conejo en salmorejo, cabra compuesta, ropa vieja y un largo listado de sugerencias, entre las que por supuesto siempre estarán presentes los exquisitos quesos y vinos de la tierra.