La Asociación Europea de Agencias de Viajes y Operadores Turísticos (ECTAA) y la Asociación Alemana de Viajes (DRV) han puesto de relieve que la ley de Viajes Combinados de la Unión Europea (UE) puede tener efectos desastrosos en el Sector Turístico. Tras un análisis conjunto, con la colaboración del profesor Hans-Josef Vogel, del bufete de abogados Beiten Burckhardt, han coincidido en que esta ley no es apta para el futuro, ya que las regulaciones sobre protección al consumidor que se establecen en la misma son aceptables en tiempos de normalidad, pero no en estos momentos de lucha contra la pandemia, donde los viajes están siendo prácticamente nulos.
Piden una distribución más justa de la carga entre los consumidores y la industria
El trasfondo se encuentra en el artículo 12 de la Directiva de Viajes Combinados de la UE, que obliga a los operadores turísticos a compensar a los clientes de inmediato, a más tardar dentro de los 14 días, si los viajes se cancelan debido a circunstancias extraordinarias e inevitables. El coronavirus entra dentro de tal circunstancia, lo que ha provocado a dichas empresas a afrontar esos pagos, en un momento de estancamiento en los viajes globales.
"El reembolso total e inmediato del precio del viaje exigido por la directiva de viajes combinados de la UE es devastador para el Sector", ha señalado el presidente de DRV, Norbert Fiebig, añadiendo que "en el caso de una pandemia, o una disrupción del mercado comparable, necesitamos una distribución más justa de la carga entre los consumidores y la industria". A este respecto, el profesor Vogel, también ha explicado que "en una situación de perturbación fundamental del mercado, como la causada por la pandemia, la ausencia total de riesgo para el viajero es una ruina para el Turismo".
Bruselas debería intervenir
Por otra parte, Vogel cree que la Comisión Europea tiene el deber de definir las perturbaciones del mercado. Así, señala que los factores decisivos para analizar este tipo de problemas son la profundidad y la duración de la intervención; el hecho de que no sólo se vean afectados algunos destinos, sino muchos; y el alto grado de intervención de las autoridades públicas en las actividades del sector privado. Por ello, insiste en que Bruselas debería tener derecho a identificar una perturbación del mercado a fin de limitar el principio de reembolso íntegro. Así pues, podría reaccionar a las pandemias, pero también a otras epidemias de la Unión Europea u otras problemáticas.