El hotel fue diseñado diseñado a partir de una casa palacio del siglo XVIII
Durante estos días, el restaurante El Mirador de Sevilla, ofrecerá un menú especial compuesto por cuidadas especialidades culinarias como la crema de salmorejo de tomate de rama, salmón marinado y aguacate; poke de atún marinado, edamame, trigo bulgur, mango caramelizado, aguacate, bacon crispy y su aderezo agridulce; el solomillo ibérico braseado, risotto de yuca y apio blanco con caramelo de pimientos asados o el bacalao selecto confitado, crema de coliflor, trufa y parmesano. El helado de queso de cabra, crumbel de galleta salada, miel de acacia y espuma de frutos rojos o el chocolatísimo pondrán el punto y final a una noche en la que los comensales se deleitarán con las mejores opciones gastronómicas mientras observan el paisaje de la capital andaluza iluminado por la luna.
Las luces que iluminan la ciudad, las risas que se escuchan en sus calles y la brisa del Guadalquivir crean un ambiente inigualable, que se intensifica aquellos días que la luna llena brilla en el cielo sevillano. Todo ello, en el ambiente acogedor y distinguido de este hotel, el predilecto de los toreros, diseñado a partir de una casa palacio del siglo XVIII y decorado con líneas típicas sevillanas, proporcionándoles elegancia, calidez y confort. El alojamiento dispone de 104 habitaciones, cuya decoración sigue el mismo patrón que la arquitectura del edificio, proporcionándoles elegancia, calidez y confort. También cuenta con un luminoso patio interior, típico andaluz, en el que se puede disfrutar de unos momentos de tranquilidad en un entorno incomparable. Su ambiente, su localización y su gastronomía invitan a disfrutar, más si cabe, de la capital hispalense.