"Las estrategias son mejores pensadas en frío y más en estos momentos en los que nos encontramos", afirma la asociación que preside Jesús Baranda. "Una acción de alto riesgo sin madurar puede ser crítica para los beneficios de la empresa a futuro. Antes de plantearse bajar precios podemos ver si es posible mejorar el producto y mantener su calidad, consiguiendo ofertas más innovadoras para diferenciarse de la competencia. A largo plazo el resultado es más estable", asegura.
El objetivo es, según la asociación, "evitar sacrificar nuestro margen de beneficio"
En este sentido, AECatering propone "multiplicar la oferta y hacerla distinta para impedir la comparación de precios, complementándola con una comunicación y acción comercial más activa. Seguro que podemos encontrar una diferenciación en base a algún factor significativo para el cliente. Es importante hacer una buena segmentación de la cartera de clientes y ofrecer una oferta a la medida de cada uno de manera personalizada". El objetivo es, según la asociación, "evitar sacrificar nuestro margen de beneficio por atraer clientes mercenarios, aquellos que cambian por precio y no son fieles a ninguna empresa".
Centrarse en productos rentables
AECatering recomienda a las empresas "
centrarse en los clientes o mercados más rentables, incluso si eso significa ceder una parte de tu cuota a la competencia en áreas en las que no eres suficientemente fuerte. Si tienes una cartera con varios productos, puedes dejar una parte, pero hacerle una fuerte competencia en aquellos nichos o segmentos de productos que no quieres perder".
Lo que no quiere en ningún caso la asociación que lidera Jesús Baranda es "
entrar en una guerra de precios que dificulta profesionalizar el sector y que nos llevará a bajar el margen con el riesgo de no cubrir costes. Hay que luchar en centrarse en los valores añadidos, características cualitativas y no en el precio para difundir una imagen sólida del catering de futuro".