Desde el pasado 26 de junio, Mallorca disfruta de una nueva ventana al Mediterráneo. Emplazado junto a la
Playa Sa Coma, el
Hotel MIM Mallorca se asoma al mar sumergiendo al visitante el confort de unas instalaciones en las destaca su diseño, artesanía y naturaleza. Así, el mobiliario de reconocidas firmas nacionales, los trabajos artesanales de matices baleares y el
entorno del pueblo pesquero de S'Illot con su yacimiento talayótico,
la reserva natural protegida de Punta de n’Amer y el omnipresente mar Mediterráneo, prometen estancias en las que la temporada estival será la auténtica protagonista.
Actualmente gestionado por Majestic Hotel Group y en propiedad de Leo Messi, el hotel es un icono de arquitectura sostenible y compromiso medioambiental, por lo que en 2020 ha recibido la certificación LEED, distintivo que concede el US Green Building Council y que regula la condición de edificio sostenible por la gestión de los recursos energéticos.
Actualmente gestionado por Majestic Hotel Group y en propiedad de Leo Messi, el hotel es un icono de arquitectura sostenible y compromiso medioambiental
La fachada del hotel, presidida por un olivo ancestral, acompaña la entrada hasta una recepción en la que el hierro y las plantas en cascada, junto a lámparas-escultura precipitándose desde un patio de luces, envuelven al visitante. En la misma planta principal, el Restaurante Land sirve desayunos y cenas, mientras que en el Bar Fly se puede tomar un snack junto a la piscina. Hamacas y camas balinesas rodean esta piscina desbordante de agua salada dando lugar a una de las zonas clave del hotel.
El hotel, cuyo concepto adults only promete disfrutar de la mayor privacidad y relax, dispone también de una terraza panorámica situada en la última planta del hotel. Desde la comodidad de una de sus camas balinesas, se obtiene la sensación de estar en la cubierta de un barco surcando el Mediterráneo gracias al efecto óptico del mar tras las mamparas translúcidas y diáfanas. Con vistas sobre S’Illot, la reserva natural de Punta de n’Amer y el mar, el Sky Bar, ubicado a solo un tramo de escaleras de la terraza, es un lugar donde tomar un cóctel mientras se disfruta de un baño en la piscina.
Las 98 habitaciones subrayan esa impresión de hallarse a bordo de un barco, sobre todo en la categoría Sea View, desde cuyas camas se observa el azul del mar, obteniendo la sensación de hallarse en el camarote de una embarcación. Del mismo modo, el entramado de pasillos que conduce a las habitaciones, concluye con una cristalera sobre el mar que garantiza la entrada de luz natural.
Por otro lado, el MiM Spa puede presumir de un amplio circuito de hidroterapia con piscina, hammam, sauna seca y ducha de sensaciones, así como una carta de tratamientos entre los que destacan los masajes con aceites esenciales orgánicos elaborados en la isla y técnicas ecosostenibles propias de la medicina china como la acupuntura. El hotel dispone también de un gimnasio con la última tecnología Technogym.