Este 28 de junio se ha apagado una de las luces que siempre brilló con fuerza en el turismo español. A tres meses de cumplir los 85 años de edad, el presidente de Vincci Hoteles, Rufino Calero, ha fallecido en Madrid después de una vida entera dedicada al Sector, uno de los principales motores de la economía española. Hotelero por vocación y empresario de los de antes, su máxima siempre ha sido el esfuerzo y el trabajo, valores que ha transmitido a su entorno.
Vincci Hoteles ha cumplido su 19º aniversario este año con un portfolio de 37 hoteles, 29 de ellos en España, tres en Portugal y cinco en Túnez
Rufino Calero empezó su carrera profesional en 1953 en Husa Hoteles y permaneció en la cadena hasta 1958, año en el que pasó a ser director administrativo de la cadena Hispanhotel. Tenía 18 años cuando empezó a trabajar en el Sector Hotelero. Lo hizo como auxiliar administrativo en las oficinas centrales de Husa Hoteles un 29 de julio.
En el año 2001, Rufino Calero, con los 65 años ya cumplidos, cambió la jubilación por volver a empezar y fundó la cadena Vincci Hoteles con sus cuatro hijos, también hoteleros, y algunos miembros del equipo directivo de la antigua cadena, un equipo que ya había demostrado su capacidad para poner en pie grandes proyectos. Desde su creación, la compañía ha experimentado un crecimiento continuo tanto a nivel nacional como internacional en el segmento de hoteles de lujo. Este 2020 ha cumplido su 19º aniversario con un portfolio de 37 hoteles, 29 de ellos en España, tres en Portugal y cinco en Túnez.
Sus hijos han dirigido desde entonces Vincci Hoteles en distintos cargos directivos bajo su atenta mirada. El “Jefe”, como desde niños han llamado siempre a su padre, siempre tuvo la ilusión de que sus hijos fueran “cuatro magníficos hoteleros”, pero también quiso mostrarles que su profesión era pura vocación. “Nunca nos obligó”, afirma Carlos. “Pero, después de vivir en los hoteles desde muy pequeños, el gusanillo estaba ahí”, apunta Rafael. Por su parte, Miguel Ángel recupera una máxima de su padre: “Yo abro un hotel y tiro la llave, ya no se vuelve a cerrar. O tienes esa vocación o no te dediques a esto”.
El director general de Vincci Hoteles, Carlos Calero, recuerda que “desde niño vi al Jefe trabajando 24 horas 365 días al año. Pertenece a una generación hecha a sí misma, con aguda intuición y gran culto al trabajo”. Su hija Teresa le considera “un ejemplo a seguir por todo el mundo del turismo”, mientras sus hermanos destacan "su intuición, su respeto a la jerarquía y su capacidad de sacrificio y de gestionar equipos”. Todos recuerdan los valores que les ha transmitido: “el valor del esfuerzo, de cumplir la palabra dada, de ser puntuales, de ser humildes y administrar con sensatez el dinero, y de contar con la familia por encima de cualquier cosa”.
Un empresario reconocido
Durante su andadura profesional, Rufino Calero logró grandes hitos como levantar el primer hotel de nieve de cinco estrellas del país o también fue quien supo ver antes que nadie del potencial del turismo de sol y playa en las Islas Canarias. También lideró la expansión internacional de los hoteles españoles con la implantación de Tryp en Cuba y Túnez. La humildad y modestia que siempre llevaba por bandera, han hecho que, sin embargo, no haya tenido nunca inconveniente en colocar mesas cuando ya era el director del grupo empresarial, según recuerdan empleados de Tryp y Vincci Hoteles.
Durante su trayectoria, Rufino Calero ha recibido numerosos reconocimientos a su labor, entre ellos, la Medalla al Mérito Turístico en la categoría de Sostenibilidad y Calidad, otorgado por el Gobierno de España para reconocer a aquellas personas e instituciones, nacionales o extranjeras, que hayan prestado servicios relevantes en la innovación, promoción o internacionalización del turismo español durante su etapa en Vincci Hoteles, y el Premio Príncipe Felipe a la excelencia empresarial otorgado también por el Gobierno de España, en la modalidad de empresa turística, durante su etapa en Tryp Hoteles