El hotel Don Miguel cerró sus puertas el 5 de octubre de 2004, una medida que conllevó el despido de unos 240 trabajadores, un hecho que fue descrito por uno de ellos, Francisco Jiménez, como "salvaje y sin ningún aviso".
La empresa propietaria del establecimiento, Rowasblu, fue condenada a pagar ocho millones de euros a los empleados, aunque ésta presentó un recurso y el asunto aún se encuentra en los tribunales.
Asimismo, los trabajadores han manifestado que la mayoría de los empleados eventuales "cobraron toda la deuda que se mantenía con ellos", mientras que un gran número de fijos discontinuos "aceptaron una oferta de la empresa que se ajustaba mucho a lo que les debían".
Sin embargo, aún son cerca de 80 trabajadores los que mantienen las demandas interpuestas contra la empresa propietaria, puesto que no aceptan la oferta porque "no se corresponde en absoluto con lo que nos deben".
Por ello han explicado que van a salir a la calle para "hacer ver al pueblo de Marbella que no hemos cobrado y seguimos luchando por lo que es nuestro". "También queremos que el Ayuntamiento haga un esfuerzo y nos ayude a solucionar esto cuanto antes", han concluido.