La Especificación comprende una serie de medidas higiénico-sanitarias que abordan aspectos como la elaboración de un plan de contingencia
Esta especificaciónha sido elaborada por el Grupo de Trabajo impulsado por el ICTE en colaboración con la Asociación Nacional de Balnearios (ANBAL), cadenas y empresas del Sector y consensuado con la Asociación Española de Servicios de Prevención Laboral (AESPLA), PRLInnovación, y con los sindicatos CCOO y UGT. El encargo fue realizado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo a través de la Secretaría de Estado de Turismo junto con otros 20 protocolos destinados a los diferentes subsectores turísticos y ha sido validado por el Ministerio de Sanidad.
Las medidas propuestas están dirigidas a que el cliente pueda vivir una gran experiencia en los Balnearios con la seguridad de que se cumplen una serie de requisitos encaminados a cumplir cuestiones básicas como el distanciamiento social, una desinfección adecuada de los espacios y el uso de mascarillas y otros métodos de protección personal destinadas tanto a los empleados como a los propios clientes. La Especificación Técnica es una herramienta avalada por expertos sanitarios para la implantación de una serie de protocolos de seguridad higiénico-sanitaria que garanticen la minimización de riesgos frente al coronavirus tanto en el Balneario como en su entorno.
Medidas excepcionales
Los Balnearios, en primer lugar, deberán conformar un comité para la gestión del riesgo que identifique y evalúe los riesgos y defina las estrategias necesarias. Además, se debe evaluar la presencia en el entorno laboral de trabajadores vulnerables frente al Covid-19 y determinar las medidas específicas de seguridad para este personal.
Los empleados recibirán la formación necesaria para que cumplan medidas que el establecimiento debe facilitar, como la desinfección de manos y otras pautas de higiene, así como normas de uso de las instalaciones en la que se desarrolla el trabajo y los espacios compartidos para mantener la distancia de seguridad. Una de las medidas más importantes es la de respetar las distancias de seguridad interpersonal, por lo que se podrá llevar a cabo un control de aforos cuando sea posible. Además, habrá un incremento de las frecuencias de limpieza y repasos, especialmente en las zonas de mayor contacto. También habrá un aumento de la frecuencia de análisis bacterianos en los vasos y la intensificación de las limpiezas y desinfección de los objetos y superficies de contacto en el entorno del agua.
Cuando un cliente entre por la recepción, habrá un plan establecido para que no se produzcan aglomeraciones. Se encontrará, asimismo, con una distancia de seguridad entre el personal de recepción, bien un elemento físico de separación, de fácil limpieza y desinfección, que asegure la protección del personal, o bien con el uso de mascarilla. Se fomentará el pago con tarjeta u otros medios electrónicos, preferiblemente contactless. La tarjeta sólo será manipulada por el cliente y debe desinfectarse el Terminal Punto de Venta (TPV) tras cada uso en el que exista contacto, así como los mostradores y el equipo informático y cualquier otro elemento de uso.
En los vestuarios e instalaciones sanitarias también habrá un control de aforo. El cliente podrá utilizar dispensador de jabón, y papel de secado o secador de manos, pero la recomendación es que no haya toallas de manos, incluso las de uso individual y los sectadores de pelo de uso común.
En las zonas de tratamiento, el cliente tendrá la garantía que las técnicas que le apliquen la estarán evaluadas para calcular el mayor o menor riesgo de contagio. Los materiales y cabinas estarán desinfectados y, en algunos casos, los tratamientos se aplicarán única y exclusivamente de forma individual. Cuando se acceda a la zona seca del Balneario, la temperatura será de entre 23°C y 26°C. Todo el equipamiento debe ser lavable y fácilmente desinfectable. El uso de toalla o albornoz debe ser obligado en sillas y tumbonas y otros elementos para evitar el contacto físico entre los clientes y el equipamiento. En cuanto a la zona húmeda, el cliente que acceda a ella no encontrará ni alfombras ni moquetas y deberá depositar las toallas usadas y se deben utilizar recipientes con tapa y pedal, con bolsa interior para la colocación de toallas usadas. El tratamiento hidropínico será asistido y podrá tomar el agua embotellada y no mediante fuentes de uso común.
En el Servicio Médico, el aforo de la sala de espera estará controlado, asegurando en todo caso la distancia de seguridad, por lo que podría tener que utilizar la cita previa, por ejemplo, o métodos de separación física. Durante el examen médico el cliente deberá tomarse la temperatura corporal con termómetro sin contacto.