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José Luis Prieto responde a las palabras de Garzón

‘Tengo la obligación moral y como no, todo el derecho legal, a solicitar su inmediata dimisión’

martes 19 de mayo de 2020, 07:00h
El ministro de Consumo, Alberto Garzón.
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El ministro de Consumo, Alberto Garzón.
El socio-fundador de Grupo IAG7 Viajes y presidente de honor de la Unión de Agencias de Viaje (UNAV), José Luis Prieto, ha dirigido una carta abierta al ministro de Consumo, Alberto Garzón, tras unas declaraciones en las que este último ha asegurado que el Turismo es un "Sector de bajo valor añadido, estacional y precario, lo que ha provocado una situación de debilidad estructural" durante esta crisis.

"Respetado Sr. Ministro:

Me siento en la obligación de dirigirle estas líneas y lo hago, exclusivamente, desde mi condición de profesional y empresario del Sector Turístico, al que llevo dedicados 46 años de mi vida.

Todos. Absolutamente, todos cometemos errores en nuestros respectivos ejercicios profesionales y siempre, sin excepción, cuando así sucede, se paga un precio por ello.

En la empresa privada, ese precio suele ser sensiblemente más alto que en el ejercicio de la función pública.

Vd., Sr. ministro, ha cometido, a mi juicio, dos graves errores. Dos en uno.

El primero ha sido un error leve y de matiz protocolario. No ha sido otro que entrar en juicios y valoraciones de una cuestión que no le compete, toda vez que existe una cartera específica, con una ministra específica, Dª Reyes Maroto, ministra de Turismo.

El segundo, Sr. Garzón, es grave. Me atrevería a decir que gravísimo y desafortunado. Gravísimo, por diferentes razones.

La primera de todas, porque ha demostrado Vd. que, siendo ministro del Gobierno de España, desconoce, por completo, lo que es y lo que representa la primera industria de nuestra nación.
Ha demostrado ser un profundo ignorante (RAE: Que ignora o desconoce algo). O, al menos, como tal se ha expresado.

Me voy a permitir traer aquí una definición de mi querido profesor D. Luis Fernández Fuster, quien definía el Turismo como la Industria de Industrias. No tengo mucho espacio, aquí, para desarrollar esta definición, pero seguro que Vd., como economista, la entiende a la perfección.

Los datos macroeconómicos del Turismo, definen por sí solos lo que éste representa para nuestra economía nacional y lo que contribuye al bienestar de los españoles. No me gusta caer en la tentación de las cifras y los números. Eso es más recurrente para Vds., los políticos, pero, resulta inevitable recordar los más significativos.

93.000 millones de euros que, en un año, se trasladan de domicilio y vienen del extranjero a España, para quedarse entre nosotros. En el bolsillo del hotelero, del agente de viajes, del transportista, etc., pero también en el bolsillo del taxista, del pequeño comerciante, del pequeño restaurante, del camarero, etc., etc. Y así, cada año, hasta llegar a representar, nada menos que más del 12% del PIB.

O tal vez prefiera, como exsindicalista, le guste saber que esta industria da empleo al 15% de la población activa de España. Unos tres millones de puestos de trabajo.

Tome nota, Sr. ministro. Esta industria propició, lo que muchos ilustres economistas calificaron como "el milagro económico de España", allá por los años 60. ¿Sabe Vd. por qué? Me temo que no tiene Vd. idea alguna. Se lo voy a resumir.

España era, hasta finales de la década de los 50 un país que subsistía, exclusivamente, del sector primario (agricultura). En los años 60, se produjo la aparición del fenómeno turístico y gracias al acierto y visión de algunas mentes lúcidas de la época, se produjo la primera eclosión del Turismo.

¿Y por qué aquello del milagro económico español? Pues porque, por primera vez en la historia de la economía se rompía la cadena del desarrollo económico, resultando que, con los ingresos del sector terciario (servicios) pudimos pasar al sector secundario (industria) y de este modo, comenzó el proceso industrializador de España, hasta llegar a situarnos entre los diez primeros países más industrializados del mundo.

Pero todo esto y mucho más, debía conocerlo, a la perfección, todo un ministro de Consumo de la cuarta economía de la Unión Europea.

Vd., Sr. ministro, no solo lo desconoce, sino que lo califica de "precario, de bajo valor añadido. Estructuralmente débil" y otras barbaridades.

Como decía, Sr. ministro, en esta materia es Vd. ignorante (RAE: Que ignora o desconoce algo) y su error es muy grave.

Pero, a diferencia de lo que sucede en la empresa privada y competitiva, Vd. no pagará por sus errores. A pesar de ello, yo tengo la obligación moral y como no, todo el derecho legal, a solicitar su inmediata dimisión, cosa que no sucederá, porque supongo que Vd. pensará que no lleva en esto desde jovencito, como para marcharse a su casa, precisamente ahora que es, nada menos que ministro.

Por cierto ¡nada menos que ministro de Consumo! Si bien es cierto, que ministro comunista, al fin y al cabo, lo que parecen, a todas luces, conceptos incompatibles.

¡Miedo me da pensarlo!".

José Luis Prieto.