Fundada en Francia en 1954, Relais & Châteaux ha destacado la ubicación especial de La Vella Farga, el legado histórico del edificio, la integración con el entorno, las instalaciones y la implicación y atención especial del servicio y la familia que lo regenta con esmero y calidez.
Producto de proximidad, de temporada y cocina tradicional catalana son las credenciales del restaurante de La Vella Farga
De entre 23 y 60 metros cuadrados, las habitaciones, luminosas, cómodas, tranquilas y con vistas, llevan el nombre de los antiguos moradores de la masía y algunas tienen terraza, chimenea, porche o incluso jardín privado con acceso directo a la piscina desbordante climatizada.
Producto de proximidad, de temporada y cocina tradicional catalana son las credenciales del restaurante La Vella Farga, cuyos fogones dirige el chef Carles Esquerrer, que ha diseñado una variada y exquisita selección de platos basados en la cocina de montaña con un toque de autor.
Philippe Gombert, presidente de Relais & Châteaux, ha señalado que “estamos muy contentos de contar con La Vella Farga como miembro de nuestra familia. Este hotel será el embajador perfecto de nuestros valores y nuestro compromiso de proteger el patrimonio local”.
Por su parte, Martí Angril, propietario de la finca, ha declarado que “nos sentimos muy felices de que nuestro sueño La Vella Farga, que este año cumplirá su quinto aniversario, lo celebre formando parte de la familia Relais & Châteaux. Para nosotros es el mejor regalo y un gran paso adelante. Queremos dar las gracias a todos los que han confiado en nuestro proyecto, a todos los que nos han enseñado a caminar y a los que con su confianza nos han ayudado a mejorar día tras día. Ahora solo nos queda seguir trabajando, haciéndolo lo mejor posible y creando experiencias inolvidables para todo el que venga a nuestra casa”.
Una reconstrucción de categoría
Tras una reconstrucción que culminó en 2015, la antigua masía, que data del año 1.036, los establos y la bodega acogen ahora un hotel que conserva los elementos y estructuras originales como la arquitectura de piedra, los contrafuertes que apoyan los muros, los suelos y techos de madera. De estilo sofisticado y contemporáneo, el proyecto de interiorismo es obra de Martí Angril y Gemma Ribera, el matrimonio propietario, que ha decorado todas las estancias y espacios comunes del hotel a partir de muebles restaurados y piezas de anticuario.