La CNMC destaca que el estudio se ha realizado con datos anteriores a la declaración al estado de alarma, por lo que tiene en cuenta la situación previa del mercado y la regulación hasta dicho momento. El organismo ha propuesto una serie de recomendaciones para minimizar las consecuencias del incremento de la bonificación, entre las que se encuentra valorar medidas para aumentar la sensibilidad al precio de los pasajeros residentes con acciones como indicar el precio total del billete junto al bonificado, liquidar la ayuda posteriormente, establecer topes a la cantidad bonificable o limitar los conceptos bonificables de los billetes.
Recomienda adoptar una visión de conjunto respecto a todas las ayudas para compensar la insularidad
Asimismo, recomienda adoptar una visión de conjunto respecto a todas las ayudas para compensar la insularidad y realizar una continua revisión desde el punto de vista de los principios de regulación económica eficiente para garantizar su eficacia. Por último, considera valorar otros posibles mecanismos de ayuda para compensar la insularidad, como un régimen de exenciones fiscales a residentes desligadas de la realización de desplazamientos. El estudio de la CNMC analiza los efectos que ha tenido el incremento de la bonificación a los residentes en Canarias y Baleares sobre el mercado aéreo y los precios y se ha realizado a petición de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, y de la Dirección General de Puertos y Aeropuertos del Gobierno de Islas Baleaares.
Según este análisis, los precios sufrieron un incremento medio del 22% en Baleares y del 8% en Canarias. Así, el precio medio efectivo pagado por los residentes durante el segundo semestre de 2018 se redujo con respecto a los periodos de referencia, lo que implica que la medida ha abaratado el coste final, pero menos de lo esperado. En concreto, estableciendo una evolución teórica de los precios si la puesta en vigor de la bonificación no se hubiese trasladado a las tarifas, los residentes en Baleares pagaron un 21% más de lo estimado, mientras que en el caso de Canarias asciende a un 12%. En las rutas interinsulares no se han apreciado cambios en los precios.
Distinguiendo entre pasajeros residentes y no residentes, el incremento de los billetes se ha dado, sobre todo, en los comprados por los primeros. En Baleares, antes del aumento de la bonificación, los pasajeros residentes compraban billetes con tarifas medias un 10% más elevadas que los no residentes, lo que se amplía hasta el 40% tras esta. En el caso del archipiélago canario asciende de un 19% al 50%.
Cambio en el patrón de compra
Esta diferencia podría deberse al diferente patrón de compra de ambos tipos de viajeros. En concreto, los viajeros no residentes, ante la subida de los precios, comenzaron a adquirir sus billetes con más antelación, llegando a los 11 once de días de media en comparación con los residentes en rutas a Baleares y a los 18 en las que van a Canarias, además de optar por tarifas más básicas o en compañías low cost. Así, podría entenderse que los no residentes, ante el aumento de precio, tratan de conseguir tarifas más económicas adelantando sus compras, mientras que los residentes, "menos sensibles" al aumento tarifario debido a la bonificación o por la naturaleza de sus viajes, no tendrían tantos incentivos para anticipar la adquisición.