En un principio, la compañía promotora y gestora de la red ferroviaria había convocado para primera hora de la mañana de ayer la firma con los dos nuevos operadores, ya que sus contratos y planes de negocio recibieron el visto bueno del organismo regulador de la competencia el jueves 9 de abril.No obstante, en la tarde del domingo informaron que el acto de la firma quedaba pospuesto. En el caso de la compañía ferroviaria pública,
la CNMC planteó dudas respecto a que su contrato con Adif para explotar las tres líneas AVE que se abren a la competencia cumpla las condiciones para superar los cinco años de duración establecidos por la Ley Ferroviaria y sea de diez años como el de los futuros competidores.En concreto, el superregulador considera que Renfe, a pesar de adjudicarse el mayor paquete de frecuencias en estas líneas AVE (de 86 circulaciones al día), no acometerá un "sustancial incremento de servicios respecto a los que ya presta actualmente". Este hecho, junto al de contar con los trenes, tener una imagen de marca y una red comercial "consolidada", y afrontar menos riesgos por operar otros servicios y líneas, lleva
a la CNMC a pedir que su contrato se limite a un periodo de cinco años frente al de diez permitido para los dos nuevos operadores. Por ello, la Comisión instó a la compañía a justificar el hecho de que su contrato fuera de diez años, o bien a modificarlo y acotarlo a cinco. Renfe cuenta con un plazo de diez días para responder a las dudas que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha planteado. Se trata de un plazo de diez días hábiles que comenzó el pasado miércoles, con lo que concluiría el jueves de la próxima semana.
Les permitirán explotar durante un periodo de diez años las frecuencias de trenes
Esta coyuntura ha llevado finalmente a que la firma con los dos operadores nuevos, que sí lograron la luz verde a sus acuerdos se vea demorada más allá de la fecha prevista. Los acuerdos que SNCF e Ilsa, la sociedad de Trenitalia y Air Nostrum, firmarán con Adif son los que les permitirán explotar durante un periodo de diez años las frecuencias de trenes con que lograron hacerse en tres líneas de Alta Velocidad españolas. Se trata del
AVE a Barcelona, el AVE a Valencia y el que une Madrid y Sevilla.Con la firma de estos acuerdos marco
concluirá el proceso abierto hace más un año por Adif para adjudicar paquetes de servicios a nuevos operadores, de forma que puedan así contar con unos meses para preparar su operativa y su negocio ante la liberalización del transporte de viajeros en tren en toda la UE en diciembre. Estos dos nuevos operadores ferroviarios prevén invertir un total de 900 millones de euros en su entrada en el mercado ferroviario español, según los planes de negocio avanzados por las empresas. No obstante, mientras SNCF asegura que arrancará su servicio cuando el mismo día 14 de diciembre, Ilsa no lo tendrá listo hasta un año después, hasta enero de 2022.